El largo viaje y la dilatada estancia en Abu Dabi de Juan Carlos I

El largo viaje y la dilatada estancia en Abu Dabi de Juan Carlos I

Justo el día en que se cumplían cinco años de su abdicación, el 2 de junio de 2019, Don Juan Carlos dio un paso más adelante con su renuncia a todo tipo de actividad institucional como miembro de la Casa Real. En un emotivo comunicado dirigido a su hijo, Felipe VI, el anterior Monarca trasladó al nuevo Rey su decisión irrevocable de «pasar una nueva página en mi vida y de completar mi retirada de la vida pública». A la hora de explicar su decisión, el Rey Juan Carlos manifestó que lo hacía «desde el gran cariño y orgullo de padre que por ti siento, con mi lealtad de siempre».

Un año y dos meses más tarde, el 3 de agosto de 2020, el Rey Juan Carlos emprendió un viaje que resultó ser el principio de un largo destierro, que días después se comunicó al Palacio de la Zarzuela, en el que el anterior monarca explicaba los motivos de su voluntaria expatriación. Mientras los ciudadanos de medio mundo trataban de averiguar cuál era el país elegido por el padre de Don Felipe para confinarse, que tuvo en vilo a su familia y a la población española, se conoció días después que la decisión de don Juan Carlos de trasladarse fuera de España se había tomado para facilitar el ejercicio de sus funciones a su hijo. También en ese comunicado, del que podía considerarse como un rey proscrito, se expuso que lo había hecho guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a España y a todos los españoles, a sus instituciones y a ti, como Rey.

Se cumplen ahora diez años del mensaje del Rey Juan Carlos en el que anunció su abdicación de la Corona y en el próximo mes de agosto se alcanzará el cuarto aniversario de la estancia del monarca a título honorífico en Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, pequeños países situados junto al Golfo Pérsico y a los que los grandes depósitos de combustible les han hecho excepcionalmente ricos en los llamados petrodólares. En un entorno de super lujo, don Juan Carlos ha sido tratado desde su llegada como un invitado de primerísima categoría, se le ha proporcionado residencia primero en el hotel más caro del mundo y después en un apartamento situado en una exclusiva urbanización.

En ese lugar de las mil y una noches, el anterior Rey español ha esperado que escampara la tormenta producida por la situación judicial en la que se vio envuelto, sospechoso de haber defraudado a la Agencia Tributaria y de no haber declarado enorme sumas de dinero regaladas por el monarca saudí y algún que otro jeque de la región del Golfo.

Dos años más tarde, en marzo de 2022, el padre de Felipe VI empezó a considerar la posibilidad de volver puntualmente a España, una vez canceladas las deudas con la Agencia Tributaria, para lo que tuvo que pedir ayuda a algunos de sus amigos pertenecientes a las grandes fortunas de España. La inviolabilidad que la Constitución otorga al Rey le eximió de responsabilidades penales durante el periodo que fue jefe del Estado por lo cual don Juan Carlos comunicó a su hijo su deseo de regresar a España, no de forma permanente pero sí con frecuencia. En la misiva, Don Juan Carlos comunicó a Don Felipe su decisión de continuar su residencia de forma estable en Abu Dabi, donde él tiene su domiciliación fiscal desde poco después de su llegada al país emiratí.

El motivo de ese anuncio de regresos a España hay que atribuirlo al deseo del Monarca de que su destierro no se convirtiera en un exilio permanente: echaba de menos a sus amigos, a su familia, sus costumbres de participar en regatas con sus compañeros de vela, en definitiva, su vida anterior. El lujo que le rodea en Abu Dabi no lo es todo y aunque le han estado visitando con frecuencia amigos, sus hijas, las Infantas Elena y Cristina con sus hijos y nietos, sus médicos españoles que se han trasladado para controlar su estado de salud, él se ha sentido muy solo en muchas ocasiones y, sobre todo tiene gran añoranza de todo lo que componía su vida anterior.

En los últimos meses, después de un primer viaje que se convirtió en un espectáculo mediático que incomodó en el Palacio de la Zarzuela, la situación se ha normalizado y el Rey vuelve con frecuencia a España. Regatas en Sanxenxo, 60 cumpleaños de la Infanta Elena, mayoría de edad de su nieta Leonor y jura de la Constitución…Lo más importante es que sus visitas se ven ya con naturalidad por la opinión pública y por ahora, eso le compensa,aunque no haya olvidado la idea de volver a España de forma definitiva.