El tesoro más grande de la historia de la corona española llegado de las Américas en el siglo XVIII se perdió en las aguas de la ría de Vigo durante la conocida como ‘Batalla de Rande’, una de las páginas más cruentas en la historia de España y la más encarnizada de la historia de Galicia.
La batalla se libró el 23 de octubre de 1702 enfrentando las coaliciones anglo-holandesa e hispano-francesa, durante la Guerra de Sucesión Española.
Los galeones españoles llegaron a la ría de Vigo cargados con el mayor tesoro que jamás cruzara el Atlántico: oro y plata, joyas… O al menos eso dicen, porque aquí es donde la leyenda diverge: unos aseguran que los galeones se refugiaron en Vigo, donde fueron atacados con la carga todavía en su interior; otros afirman que los tesoros se habían desembarcado ya, aunque nunca se supo dónde.
Lo único cierto es que aquella jornada 19 galeones españoles escoltados por 23 barcos de guerra franceses sucumbieron contra las tropas británicas y holandesas dejando tras de sí, entre ambos bandos, unos 2.800 muertos.
Tras la batalla, el imaginario popular sitúa una parte importante del tesoro en el fondo embarrado de las frías y profundas aguas frente a Vigo. Un mito que acrecentó Julio Verne haciendo del Capitán Nemo el primer cazatesoros de la ría en su novela ‘20.000 leguas de viaje submarino’.
Desde entonces y hasta hoy se han realizado cientos de inmersiones en busca del oro perdido. Cazadores de tesoros aficionados o investigaciones más científicas y tecnológicas, muchos han buscado la valiosa carga. La idea de que el tesoro sigue esperando a ser descubierto en las profundidades ha inspirado tanto a arqueólogos marinos como a aventureros modernos.
En el siglo XX, varias expediciones utilizaron tecnología avanzada para intentar localizar el tesoro, pero hasta ahora ningún hallazgo ha confirmado la existencia del mítico botín.
Uno de los casos más célebres de búsqueda se produjo en la década de 1950, cuando el famoso cazatesoros estadounidense Robert Sténuit realizó inmersiones en la zona. Aunque recuperó algunos objetos, no encontró las grandes riquezas que la leyenda sugiere.
Más tarde, en 2011, otra expedición localizaría e identificaría 6 pecios más relacionados con la batalla.
Monumento a los Galeones
En cualquier caso, y a falta de tesoro, el entorno de Rande y de la ría ofrece al visitante otras posibilidades. Por ejemplo, subir hasta O Castro y visitar el Monumento a los Galeones de Rande, donde yacen sus anclas.
El monumento lo componen las anclas de 3 de las decenas de navíos que se hundieron en la ría de Vigo durante la Batalla, que se recortan contra el horizonte. Se trata de una obra del arquitecto Desiderio Pernas que fue inaugurado el 17 de febrero de 1967.
El monumento se compone de una amplia base rectangular de césped, en la que en los ángulos meridionales se observan dos grupos de dos y cinco cañones. En el lado norte, una plataforma de piedra alberga un pequeño estanque rectangular además de los protagonistas del monumento: esas tres grandes anclas pertenecientes a embarcaciones hundidas, colocadas verticalmente. En la base de esta plataforma se puede leer ‘GALEONES DE RANDE 1702-1967’.
