El megacentro comercial que sobrevive, año tras año, con solo una bolera abierta

El megacentro comercial que sobrevive, año tras año, con solo una bolera abierta

Pasear por las instalaciones del centro comercial “Equinoccio”, ubicado en la localidad de Zaratán, a escasos cinco kilómetros de Valladolid, es hacerlo por un edificio apocalíptico o fantasma. Pasillos vacíos, nulo movimiento, persianas bajadas. Pero eso sí, todo limpio e impoluto. Pero curiosamente, un año después del cierre de la gran mayoría de los establecimientos, una escuela de karting, escuelas de bailes y la única tienda Visionlab, aunque ésta bajó el telón en diciembre de 2022, permanece abierto un único local, y con gran atracción de gente.

Se trata de una bolera, que además cuenta con juegos recreativos, y que está abierto todos los días de la semana, aunque son los viernes, sábado y domingo cuando más ajetreo vive.

Pero si uno sale fuera del centro, la imagen del aparcamiento vacío y de otros tres grandes almacenes con las puertas cerradas, deja bien a las claras de los estragos que vive el comercio y la mala planificación comercial, aunque en este caso la llegada de Ikea en el año 2011, significó el remate final a un centro que en su día congregó a miles y miles de vallisoletanos, por la gran variedad de ocio con lo que contaba, que iba desde tiendas comerciales, hostelería, bares e incluso unos cines modernos para aquella época.

El complejo echaba a andar allá por el año 2002. Es decir, que ahora cumpliría 22 años. Allí se instalaban tiendas de altura como Levis, Desigual, Cortefiel, agencias de viaje, restaurantes como Ginos, MacDonalds, restaurantes chinos, Kepabs, los cines Cinesa. Y fuera se instalaba Leroy Merlín, Sprinter, PC City y llegaría incluso Media Markt. Y también una amplia zona de copas… Que fue el principio del fin, ya que los fines de semana se colocaban numerosos controles de alcoholemia en las inmediaciones de Valladolid que hizo inviables estos negocios ya que los jóvenes y no jóvenes desistieron de este lugar.

Así que los primeros en caer fueron los bares de copas, pero el complejo comercial fue funcionando hasta el desembarco de Ikea a otra localidad del extrarradio vallisoletano, Arroyo de la Encomienda, y eso si que fue una dura estocada. Numerosos comercios cambiaron de lugar y el centro comercial, propiedad en la actualidad del Banco Santander, se fue quedando huérfano de actividades, aunque también supuso la oportunidad para otras tantas como un circuito de karting, que ha estado operativo hasta hace casi un año

Pero la covid-19 supuso la estocada final, con el cierre posterior en enero de 2021 de los cines Cinesa. A partir de ese año solo quedaba operativo la tienda óptica Visionlab (que echaría el telón a finales de 2022), cuatro academias de bailes, un minigolf así como la Escuela de Pádel además del Karting, que irían cerrando a lo largo de 2023, dejando solo a la Bolera, que continúa, contra viento y marea, haciendo que el centro comercial no pueda cerrar sus puertas definitivamente.

El ocaso de un centro comercial, que llegó a congregar a miles y miles de personas y que hoy es un edificio fantasma, y con pocos visos de generar nuevas oportunidades.