Varios analistas de inteligencia con fuentes abiertas intuyen que Rusia ha desplegado una réplica con forma de submarino de clase Kilo en su base naval de Sebastopol, en la ocupada península de Crimea. El experto MT Anderson cree que puede tratarse de un pecio camuflado del submarino Rostov del Don, hundido el pasado año por las fuerzas ucranianas, o una imitación de un submarino de clase Kilo, código con el que son identificados en los países de la OTAN los sumergibles soviéticos, conocidos en la nomenclatura de la URSS como Proyecto 877 Paltus.
Mientras la atención mediática se centra en el avance ruso en el Donbás y la incursión ucraniana en Kursk, el Ministerio de Defensa de Reino Unido publicó el miércoles un tuit en el que reconocía que era altamente probable que lo que provocó el hundimiento del submarino ruso de la Flota del Mar Negro fuera un ataque ucraniano a Crimea. H.I. Sutton, otro conocido analista de OSINT y colaborador del portal especializado Naval News, cree que este detalle puede ser relevante para desviar posibles ataques ucranianos y evitar más pérdidas de activos navales estratégicos.
El submarino mejorado de clase Kilo Rostov del Don de la Armada rusa, valorado en 300 millones de dólares, fue alcanzado por un misil en Sebastopol el 13 de septiembre de 2023. Ucrania reivindicó la autoría del ataque contra objetivos navales e infraestructuras portuarias en Crimea, incluido un submarino en dique seco y un gran buque de desembarco llamado Minsk.
Poco después de la ofensiva, la agencia de noticias estatal rusa Ria Novosti informó de que el Ministerio de Defensa ruso había declarado que ambos buques serían totalmente reparados y volverían al servicio normal. Pero las fotos del submarino sugerían que el proceso de reparación parecía poco realista.
Pese a las afirmaciones del Gobierno ruso en sentido contrario, los analistas no consideraban en absoluto realista que el submarino fuera a ser reparado. Los trabajos serían extremadamente caros y llevarían mucho tiempo. Además, habría que trasladarlo a un astillero adecuado, como el del Almirantazgo en San Petersburgo.
Ucrania ha estado golpeando a la Flota rusa del Mar Negro desde que comenzó la invasión a gran escala, en un intento de repeler las amenazas de ataques con misiles de los buques desplegados en torno a su costa meridional. La Flota rusa del Mar Negro se ha visto obligada a reubicar la mayoría de sus buques. El Rostov del Don era uno de los cuatro submarinos rusos de clase Kilo capaces de lanzar misiles Kalibr, disparados regularmente sobre Ucrania.
