En América del Sur, se encuentran lugares inimaginables y que aunque creamos que están en Europa, Estados Unidos u otros puntos de nuestro planeta, lo cierto es que el continente americano no los envidia. Si bien cuenta con la mayor reserva de petróleo del mundo en Venezuela, con mucho más crudo que lugares como Arabia Saudí, un país vecino posee la primera reserva mundial de litio: Bolivia.
El país boliviano, que ostenta el título de ser la nación más plana del mundo, también cuenta con varios salares como las salinas de Uyuni, el mayor desierto de sal del mundo y un destino turístico impresionante dentro de Potosí, uno de los departamentos de Bolivia. Formado hace miles de años como resultado de la evaporación del prehistórico Lago Minchin, hoy en día es una enorme capa de sal y minerales como el magnesio y el potasio. Y por supuesto el litio.
El litio es el metal más ligero que se conoce, y su densidad apenas llega al medio gramo por centímetro cúbico, lo que le permite flotar en agua. El Salar de Uyuni tiene tiene una superficie de más de 10.000 kilómetros cuadrados, y en esa extensión, se encuentra aproximadamente el 7% de las reservas mundiales de este mineral.
Pero no solo cuenta con Uyuni, sino que dentro de Bolivia se encuentran otros salares: Coipasa, Pastos Grandes, Capina, Cañapa, Chiguana y Empexa. Un mineral que es aplicado principalmente en la fabricación de baterías recargables de iones de litio, las cuales se utilizan en una gran variedad de dispositivos, como teléfonos móviles, laptops, cámaras, y vehículos eléctricos. También en aleaciones y materiales cerámicos, la industria farmacéutica o lubricantes y aplicaciones nucleares, entre otros.
Cuánto litio tiene Bolivia y por qué es la mayor reserva mundial de “oro blanco”
Los últimos estudios que analizaron las salinas establecieron que Bolivia cuenta con 23 millones de toneladas verificadas de litio (solo dentro de Uyuni y Coipasa) lo que le hace “primera reserva mundial” de este mineral, tal y como aseguró en 2023 el Gobierno boliviano.
Detrás de Bolivia, se encuentran Argentina y Chile, países con los que conforma el llamado “triángulo del litio”, con veintidós millones y once millones respectivamente. EEUU, en cuarta posición mundial, también cuenta con once millones de toneladas de litio, y cierra el puesto de los cinco primeros Australia, con 8,7 millones de toneladas. Otros países con grandes reservas de litio son China, Alemania, Canadá, Congo o México.
Y es que debido al auge de la tecnología y transición hacia energías limpias, el litio ha sido apodado como “oro blanco” por su creciente demanda en el sector de las energías renovables, lo que le ha convertido en un recurso estratégico y de interés económico y ambiental. De esta forma, el gobierno boliviano está desarrollando proyectos para aprovechar estos recursos.
El presidente del Estado, Luis Arce, proyecta que la nación se beneficie de “una importante producción de la industrialización de litio” a lo largo del año, con la implementación de nuevas tecnologías como la extracción directa del metal blando. Ya en diciembre, se había aliado con China y Rusia para iniciar la explotación a escala industria del “triángulo del litio” que comparte con Chile y Argentina.
Así, en medio de críticas por su falta de transparencia, el Ejecutivo boliviano lanzó en febrero una convocatoria ara atraer capital extranjero que desarrolle plantas de litio que procesen el material extraído por la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). Todo el proyecto prevé una inversión de 450 millones de dólares hasta 2025, de acuerdo con el gobierno de Arce, buscando que sus exportaciones alcancen el próximo año los 5.000 millones de dólares.
