El Papa aterrizaba esta mañana en el aeropuerto de Dili, capital de Timor Oriental, tras un vuelo de casi 3 horas desde Port Moresby (Papúa Nueva Guinea). Ha sido recibido por decenas de miles de personas que festejaban su llegada con gritos y cantos a lo largo de la carretera que lleva del aeropuerto al centro de la ciudad, según informa Ep.
Francisco se ha dirigido al palacio presidencial, donde ha tenido lugar la ceremonia oficial de bienvenida. El Pontífice pasará tres días en este joven país, el más católico del mundo después del Vaticano, antes de dirigirse a Singapur.
Se convierte así en el primer Papa que ha visitado este país, situado en el extremo oriental del archipiélago indonesio, extremadamente pobre. Es uno de los más católicos (97% de la población) de la región y su visita ha suscitado gran entusiasmo.
Hace unos años salió a la luz que el que fuera obispo de Dili y Premio Nobel de la Paz en 1996, Carlos Ximenez Belo, cometió abusos a menores. En su discurso ante las autoridades, Francisco ha recordado a los “tantos niños y adolescentes heridos en su dignidad”, y ha pedido “actuar con responsabilidad para prevenir todo tipo de abuso.
Su primer acto fue la reunión con el presidente Jose Ramos-Horta y el discurso a las autoridades en el palacio presidencial, en el que, aunque sin citar a la Iglesia católica, aludió a las víctimas de abusos y añadió: “Este fenómeno está aflorando en todo el mundo y todos estamos llamados a actuar con responsabilidad para prevenir todo tipo de abuso y garantizar un crecimiento sereno a los jóvenes”, recoge Efe.
El Vaticano dio a conocer en 2022 que sancionó a Belo tras las acusaciones de abuso a menores durante los años 90 con algunas restricciones de movimiento, así como el contacto con menores, y le hizo exiliarse a Portugal.
