La adjunta al director de LA RAZÓN, Carmen Morodo, explica que su sensación tras las vacaciones es que nos encontramos como en el cementerio de Sad Hill, de la mítica película “El bueno, el feo y el malo”.
“Aquí el tesoro, la recompensa, es el poder y si los tres tipos tienen que colaborar antes de enfrentarse en ese duelo es porque a los tres les interesa el poder o les interesa lo que se pueda sacar del poder”.
Para Morodo, “el bueno” es Salvador Illa, “porque al final es la única pieza que le queda a Pedro Sánchez para intentar aguantar con un mínimo de garantías ante unas elecciones generales”. “La camarilla de los socios ya dice que Illa es la liebre y que será la que utilice Sánchez en las elecciones y que, además, las elecciones serán antes de que nos llegue el próximo verano”.
“Ahora el análisis en el que justifican esto de que no llega más allá del próximo verano, como muy lejos, es en la sensación de descomposición que perciben”.
“Si nos vamos al feo, que me perdone, pero yo ahí coloco Ábalos. Y es que nos vienen meses en los que se va hablar mucho de corrupción, mucho del caso Koldo. Va a haber novedades importantes que se conocerán, conoceremos también las grabaciones. El volcado de esas transcripciones de las grabaciones a la trama es un ruido incómodo para el Partido Socialista porque al final afecta a su corazón, al corazón del partido y, por muy polémico o morboso que sea todo lo que afecta a a la esposa del presidente, esto es un asunto más mollar. Y eso que la investigación, no tengo ninguna duda, sobre Begoña Gómez, continuará en todo lo relacionado al conglomerado de Globalia y también en esas presuntas irregularidades que el juez cree detectar en quienes colaboraron en el máster en la Universidad Complutense”.
Y por último “el malo”. Morodo asegura que tiene nombre y apellidos y da varias opciones, “pero os dejo a vosotros que digáis cuál es el vuestro porque al final me parece que es lo menos relevante de quién es el malo de la película”.
