El poder destructor de obsesionarse con encontrar ‘red flags’ a una posible pareja

El poder destructor de obsesionarse con encontrar ‘red flags’ a una posible pareja

Hace tres años, la periodista Katy Waldman escribió en The New Yorker acerca de lo habitual que era que la gente empleara el lenguaje terapéutico de una forma indiscriminada e incluso errónea. En las redes sociales se habían popularizado términos que antaño estaban reservados a los profesionales de la salud mental, en lo que se denominó como terminología digna de “terapia de Instagram”. Este uso incorrecto de determinados conceptos terminó en ocasiones por vaciarlos de significado, sobre todo cuando, además de en redes, se instauraron en la pequeña pantalla a través de programas de televisión de citas, en los que sus participantes empleaban -no siempre con acierto- términos destinados a establecer límites.

Seguir leyendo