¿El PSOE pasa de Ábalos?

¿El PSOE pasa de Ábalos?

Hace mucho tiempo que el pulgar del César le sentenció y desde entonces su influencia en el PSOE es similar a la de mi perra Lolita. Por supuesto, [[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/espana/psoe-quita-hierro-abalos-inquietud-centra-erc-junts_2024083066d11500797ae1000121574e.html|||su «voto en conciencia» es irrelevante, porque sabe que hace mucho frío lejos del poder]]. Por tanto, no le conviene enfadar a Sánchez. Es bueno recordar que le fulminó del Gobierno y del partido sin que le temblara la mano. Lo más importante es que no pasó nada y Ábalos se tuvo que contentar con las migajas que le dieron. Fue la constatación de que no tenía ningún poder, influencia o capacidad de presión. Su futuro es muy oscuro lejos del PSOE y su vida es lo suficientemente complicada para que sienta una legítima angustia. No le dieron nada, a diferencia de otros cesados, y no parece que le vayan a dar nada en el futuro salvo dejarle sobrevivir. Es curioso que fue uno de los más fieles defensores de Sánchez tras su defenestración y que no hubiera alcanzado la secretaría general sin su ayuda. Es el único que se ha quedado en la cuneta, porque el resto han encontrado acomodo o, como es el caso de Margarita Robles, siguen en su cargo.

Nunca se ha sabido por qué cayó en desgracia, aunque es el destino habitual del número dos de cualquier presidente del Gobierno. Era su mano derecha, pero un día pasó a la condición de prescindible y supongo que ni siquiera se lo imaginó hasta que cayó la hoja de la guillotina. En cambio, los que traicionaron a Sánchez, tanto en la izquierda política como mediática, gozan de muy buena salud política. Hay cosas que no he vivido, pero otras sí y he podido escuchar las crueles críticas de quienes son ahora sus fieles apoyos en el partido o en el Gobierno, por lo menos de momento, y en los medios de comunicación. Por eso me da una cierta pena el desprecio que sienten hacia Ábalos. No les preocupa la amenaza de que votará en conciencia, porque se cachondean respondiendo que creían que lo había hecho siempre. Al final, todo se reduce a una frase: «nos necesita mucho más a nosotros, que nosotros a él. Tiene demasiada familia a sus espaldas». Es fácil caer en desgracia con Sánchez cuando no le eres útil.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).

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