El pueblo más antiguo de Sevilla no es el que piensas y aparece en una de las obras de Cervantes

El pueblo más antiguo de Sevilla no es el que piensas y aparece en una de las obras de Cervantes

La ciudad de Sevilla cuenta en sus calles con miles de años de historia. Los primeros asentamientos se dieron en el año 1.000 a.C., pero no fue hasta el 850 a.C. cuando fue fundada por los turdetanos con el nombre de ‘Ispal’, que evolucionó a Híspalis en la época romana. Fenicios, griegos, cartagineses, visigodos y musulmanes también vivieron en la que actualmente es la capital de Andalucía. La Giralda, el Real Alcázar, el Antiquarium, los Caños de Carmona o los restos del templo romano de la calle Mármoles son parte del patrimonio histórico y cultural más antiguo de la ciudad.

No obstante, dentro de la provincia existe un lugar que guarda testimonio de la presencia humana en la región desde tiempos mucho más remotos: Gandul. Este pequeño enclave, aunque no es un pueblo en la actualidad, posee una riqueza arqueológica que nos transporta a la prehistoria, con vestigios de hace más de 4000 años.

El yacimiento arqueológico de Gandul se encuentra a unos pocos kilómetros al este de Alcalá de Guadaíra, en la comarca de Los Alcores. Esta región es conocida por su elevado valor arqueológico debido a la gran cantidad de restos prehistóricos, tartésicos y romanos que alberga. Sin embargo, Gandul se destaca especialmente por su necrópolis megalítica, donde se han hallado impresionantes dólmenes y tumbas colectivas que datan de la Edad del Cobre, también conocida como el Calcolítico (entre el 3000 y el 2000 a.C.).

Los primeros indicios de presencia humana en la zona provienen de comunidades que vivieron durante la transición entre el Neolítico y la Edad del Cobre. Estos primeros habitantes de Gandul construyeron grandes estructuras funerarias, como dólmenes y cuevas artificiales, que sirvieron para enterrar a sus muertos en lo que hoy se conoce como la Necrópolis de Gandul.

Aunque Gandul es mayormente conocido por sus restos prehistóricos, su relevancia no se detiene en esa época. Durante los siglos siguientes, la zona continuó siendo habitada, especialmente en la Edad del Bronce y más tarde durante la época de los tartessos. Los tartessos fueron una de las civilizaciones más antiguas de la península ibérica, y se establecieron en lo que hoy es el valle del Guadalquivir, incluyendo áreas cercanas a Gandul.

Posteriormente, la zona también fue ocupada por romanos y visigodos, y aunque no existe una continuidad urbana en el asentamiento como en el caso de Santiponce (Itálica), Gandul siguió siendo un lugar de importancia estratégica y cultural.

El pan de Gandul en el siglo de Oro

Como curiosidad, varios escritores del Siglo de Oro como Calderón de la Barca, Lope de Vega y Miguel de Cervantes, citaron en sus novelas al pan de Gandul. Era el mejor que se podía comer en la época cerca de Sevilla. Por ejemplo, el célebre escritor de El Quijote se refirió a él en Rinconete y Cortadillo como “las hogazas blanquísimas de Gandul”.

Precisamente, la industria panadera es una de las señas de identidad de Alcalá de Guadaira, que así se identifica hasta en su gentilicio.

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