El secreto de la Joven de la perla está en tu cerebro

El secreto de la Joven de la perla está en tu cerebro

No hay duda de que La
Joven de la perla
, de Johannes Vermeer, es una de las pinturas más populares
del mundo: sus colores, los trazos, la expresión de su mirada y su historia
contribuyen a ello. Pero ahora un equipo de científicos cree saber qué es lo
que la hace tan atractiva a nuestra mirada. La clave la han obtenido midiendo
cómo reacciona nuestro cerebro cuando se ve la obra.

La iniciativa partió del museo Mauritshuis de La Haya, que
alberga la obra maestra del siglo XVII y encargó a
neurocientíficos
que midieran el rendimiento cerebral al contemplar el
retrato y otras obras conocidas.

Los resultados mostraron que el espectador se ve sometido a un
fenómeno neurológico especial que llamaron “bucle de atención
sostenida”, que creen que es exclusivo de La joven de la perla.

Este fenómeno provoca que la mirada del espectador se dirija
automáticamente primero al ojo de la joven, luego a su boca, luego a la perla,
luego de nuevo al ojo, y así continúa.

“Esto hace que mires la pintura durante más tiempo que otras –
explica Martin de Munnik, de la empresa de investigación Neurensics que llevó a
cabo el estudio -. Tienes que prestar atención, quieras o no. Tienes que
amarla, quieras o no”.

Al medir las ondas cerebrales, los científicos descubrieron
también que el precuneo, la parte del cerebro que regula la conciencia y la
identidad personal, era la más estimulada.

Este es, de acuerdo con el equipo de Munnik, el primer estudio
conocido que utilizaba máquinas de escaneo cerebral de EEG y MRI para medir la
respuesta neurológica a una obra de arte.

Los científicos también compararon la respuesta neurológica al
mirar el cuadro genuino en el museo con la de verse frente a una reproducción. Descubrieron
que la reacción emocional experimentada por el espectador era diez veces más
fuerte con un original que con un póster.

Para realizar las pruebas, los científicos colocaron un
rastreador ocular y una gorra para rastrear las ondas cerebrales de 10 voluntarios a los que se les mostraron los cuadros reales, pero también reproducciones.

“Esto demuestra la importancia de ver arte original – añade la
directora del Mauritshuis, Martine Gosselink -. Es muy importante involucrarse
con el arte, ya sea fotografía, danza o viejos maestros del siglo XVII. Es
importante y realmente ayuda a desarrollar el cerebro… El cerebro no miente”.

Vermeer a menudo dirigía la atención hacia un punto en sus
obras, con los detalles circundantes más borrosos, señala Gosselink . Sin
embargo, La joven de la perla tiene tres puntos focales: el ojo, la boca y la
perla, lo que diferencia esta de otras obras del maestro neerlandés.

“Aquí vemos a alguien
mirándote, mientras que en todas las demás pinturas de Vermeer ves a alguien
escribiendo o haciendo algún bordado, o una persona ocupada haciendo algo – concluye
Gosselink -. Esa es la gran diferencia con esta obra: ella te está mirando.
Sería interesante realizar estudios similares sobre otras pinturas famosas,
como por ejemplo la Mona Lisa de Da Vinci. La gente a veces llama a La joven
de la perla, la Mona Lisa del Norte, pero creo que los tiempos están cambiando,
así que tal vez la Mona Lisa sea la Joven del sur”.

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