El tenis de hoy, también en tierra, se expresa así, bajo la lógica empresarial: la mínima inversión para el máximo beneficio. Sirva de ejemplo el careo del sábado entre Aryna Sabalenka y Paula Badosa, en el que únicamente siete de los 118 puntos dirimidos se debatieron por encima de los nueve pelotazos. El resto, tralla y más tralla; 74 de ellos decididos entre uno y cuatro tiros, 37 entre cinco y ocho. Sucedió en la Philippe Chatrier, hasta hace no mucho escenario de larguísimos intercambios que poco a poco van reduciéndose a historia pura y dura. Hoy, en esta modernidad, las normas han cambiado. Tallos cercanos a los dos metros abriéndose paso en el terreno de los pizarreros, de la estrategia, de los efectos, los ángulos y las bolas altas.
UNA GIRA POR ENCIMA DEL 1,90
Ben Shelton (Houston): 1,93
Berrettini (Marrakech): 1,96
Hubert Hurkacz (Estoril): 1,96
Stefanos Tsitsipas (Montecarlo): 1,93
Casper Ruud (Barcelona y Ginebra): 1,83
Marton Fucsovics (Bucarest): 1,88
Jan-Lennard Struff (Múnich): 1,93
Andrey Rublev (Madrid): 1,88
Alexander Zverev (Roma): 1,98
Giovanni Mpetshi Perricard (Lyon): 2,01
Media de altura: 1,92.