El tiempo no es relativo, es una ilusión

El tiempo no es relativo, es una ilusión

En su Teoría de la Relatividad, el científico Albert Einstein aseguró que el tiempo es relativo. Al contrario que la velocidad de la luz, el tiempo depende del movimiento de los observadores. Es decir, que dos acontecimientos que parecen simultáneos desde la perspectiva de uno puede que no lo sean para una segundo observador. Y ambos estarían en lo cierto.

Otra de las ideas propuestas por el físico alemán es que el espacio y el tiempo, no son independientes. Ambos conceptos son inseparables de manera que lo que le ocurre a uno, le afectará al otro.

Pues bien, un nuevo estudio publicado en el prestigioso Physical Reviews A, de la American Physical Society, asegura ahora que el tiempo es una ilusión, un producto del entrelazamiento cuántico.

Según la física cuántica, cuando dos partículas están “entrelazadas”, cualquier modificación que llevemos a cabo sobre una se reflejará de inmediato en la otra, aunque ésta se encuentre en el otro extremo de la galaxia.

En el mundo cuántico, el tiempo no cambia la forma en que lo hacen otras propiedades de un sistema cuántico. No es el catalizador de la causalidad.

El punto de partida del líder del estudio, un astrofísico perteneciente al Consejo Nacional de Investigación de Italia, Alessandro Coppo, era buscar un concepto que unificara ambas teorías sobre el tiempo. Centraron su estudio en una hipótesis formulada en 1983 por Don Page y William Wootters que demostraron matemáticamente cómo el entrelazamiento cuántico podía usarse para medir el tiempo. Según esta idea, la manera en que un par de partículas entrelazadas evoluciona es un “reloj”, una medida del cambio o la evolución de éstas. De este modo, un observador externo, que no forma parte de este sistema, no vería el universo cambiante que nosotros vemos desde dentro, sino un cosmos absolutamente estático e inmutable.

Para probar esta idea ochentera, los investigadores crearon un sistema físico “de juguete”, es decir, compuesto sólo por dos fotones (que son las partículas elementales de la luz), informa Newscientist. Utilizando pequeños imanes enredados con un oscilador cuántico, los investigadores descubrieron que su universo podría describirse mediante una versión modificada de la ecuación de Schrödinger, que predice el comportamiento de las partículas cuánticas. Ya sabes, el del gato que está vivo y muerto a la vez. No obstante, la nueva ecuación empleó una variable que representa los estados cuánticos de los imanes en lugar de usar una variable temporal.

Y su conclusión no puede ser más llamativa. Lo que nosotros percibimos como el paso del tiempo es en realidad un subproducto del enredo cuántico.

Coppo y su equipo extendieron sus cálculos a objetos que se comportan de manera clásica en lugar de mecánica cuántica. Incluso en estos casos, las ecuaciones demostraron que el tiempo emerge del entrelazamiento y no es una “algo” que gobierne la realidad. ¿Estará Einstein equivocado?