Como muy probablemente diría un wittgensteiniano a propósito de los juegos de lenguaje, el libro de Clara Ramas tiene un cierto aire de familia con otros libros recientes acerca de la misma temática. Pienso, por mencionar los primeros que me vienen a la cabeza, en el de Elizabeth Duval, Melancolía, o en el de Layla Martínez, Utopía no es una isla, aunque seguro que podrían añadirse a la relación unos cuantos más. En cualquier caso, estos tres coinciden, por lo pronto, en dimensiones relevantes, como son el de estar escritos por mujeres jóvenes y el de compartir una cierta sintonía política, que, utilizando el neologismo al uso, podríamos calificar como quincemayista.
El tiempo perdido
Clara Ramas
Arpa, 2024
221 páginas, 19,90 euros