El truco definitivo para que tus comidas estén tan buenas como las de ‘la abuela’

El truco definitivo para que tus comidas estén tan buenas como las de ‘la abuela’

Las comidas de la abuela siempre han tenido un sabor especial, único e inigualable. Sin embargo, cuando ya no están, ese sabor tan característico parece difícil de replicar. Afortunadamente, hay algunos trucos que ellas conocían y que pueden hacer que tus preparaciones se asemejen mucho y tengan ese sabor tan rico y particular.

La mayor diferencia

Una de las principales diferencias entre las técnicas de cocina de nuestras abuelas y las modernas es el uso de las diferentes fuentes de calor. Las generaciones anteriores solían cocinar en placas de carbón, lo que permitía que las comidas, especialmente las de puchero, se cocinaran a fuego lento, extrayendo todo el sabor de los alimentos.

Con el tiempo, se pasó a la cocina de gas, que aunque perdió ese ligero sabor a carbón o leña, aún conservaba un sabor distintivo gracias al fuego directo. En la actualidad, la vitrocerámica ha hecho que se pierda ese sabor por completo.

El truco definitivo

El mejor truco para que las comidas sepan igual que las de la abuela es retomar esas formas de cocinar a fuego lento. Aunque ya no es práctico ni conveniente volver a usar placas de carbón u hornos de leña, se puede recurrir a la olla ferroviaria.

La olla ferroviaria, también conocida como putxera ferroviaria, consiste en un recipiente de porcelana o barro con tapa, abrazado por un collarín con asas para facilitar su manejo. El cuerpo exterior de la olla es un cilindro con varias aperturas: una ventana inferior para el tiro, inserciones en la parte superior para la evacuación de humo, un asa para su cómodo transporte y patas, generalmente tres, para un apoyo estable.

La parte baja de la olla ferroviaria tiene un espacio para albergar la combustión. Ahí se coloca el carbón, facilitando el tiro de aire y la evacuación de las ascuas y cenizas una vez terminada la cocción. El puchero de barro se suspende en el interior de la olla, permitiendo que el aire caliente de la combustión rodee el puchero, facilitando una cocción lenta y homogénea, dándole ese sabor tan característico.

La historia de la olla ferroviaria

La auténtica olla ferroviaria tiene sus raíces en la tradición de los maquinistas del tren de La Robla. Estos cocinaban sus comidas con el vapor de la locomotora en un recipiente durante las paradas del tren. Con el tiempo, los jefes de estación continuaron con esta tradición, pero utilizando carbón. En 1895, tras varias pruebas y mejoras, nació la olla ferroviaria tal y como la conocemos hoy.

Otros trucos para replicar el sabor de las comidas de la abuela

Además del uso de la olla ferroviaria, hay otros trucos que pueden ayudar a que tus comidas tengan ese sabor tan distintivo y especial:

Utilizar productos de proximidad y calidad: verduras recién cogidas del campo, ecológicas y sin conservantes. Carnes magras de calidad compradas frescas, evitando productos envasados o con colorantes, conservantes y aditivos innecesarios.Recurrir a las recetas tradicionales: seguir las recetas de siempre y dejar las preparaciones más vanguardistas para otro momento.Cocinar sin prisa y disfrutando: siempre se ha dicho que las prisas no son buenas y esta no iba a ser la excepción. El ritmo de vida actual a menudo no permite dedicar mucho tiempo a los fogones pero si queremos disfrutar de un guiso rico debemos dedicarle tiempo y disfrutar del proceso. Ponerle mucho amor: si algo caracteriza al cocinado de las abuelas es el cariño que le ponen a cada cosa que hacen.

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