E l empresario andaluz[[LINK:INTERNO|||Article|||6688038c9656b0e48ccfc7ec||| José López Fernández, Alias «El Turronero»,]] nacido hace 60 años en Ubrique en el seno de una familia humilde, donde es el pequeño de cuatro hermanos, era hasta hace unos días un personaje anónimo, sin rostro identificable, que ni usa Smartphone y algunos lo habían estigmatizado por sus causas judiciales, que hicieron caer hasta al mismísimo alcalde de Jerez, Pedro Pacheco. Pero un buen día su duende de la suerte hizo trampas y le catapulto a lo más alto, asignándole nombre propio como el mejor organizador de saraos, con miles de invitados y rostros famosos. Esta capacidad de reunir a los personajes más variopintos, le ha hecho adquirir la denominación de «El Cyrano de Bergerac de las celebridades nacionales». Tan pronto es el invitado estrella de la última recepción de la embajada de Marruecos en Madrid, como organiza su sesenta cumpleaños, en el Palacio de Exposiciones de Sevilla ante 3.000 personas. Vamos por partes.
Ahora, es rico en amigos y millones de beneficios con los que amplía su capital al entrar en Marbella por la puerta grande, con su grupo inmobiliario, López Real Inversiones S.L y la adquisición de casi la totalidad del Centro Comercial Marbell Center, un espacio localizado en el centro de la ciudad que pondrá en valor con una inversión de más de 25 millones de euros, según nos cuenta el empresario en una entrevista que concede a LA RAZÓN: «Marbella es muy atractiva para invertir. Estoy seguro que la a la gente le va a gustar el lugar tan interesante que vamos a crear. Va ser una cosa bonita», zanja.
¿Quién es ese tipo?
López ya pasa su verano en Marbella y tiene una bonita casa en la zona del paseo marítimo. Cada vez es más habitual verlo en los saraos marbellís y a pesar de que le gusta pasar desapercibido por donde va, posa discretamente ante un fotocol, mientras muchos a su alrededor se preguntan cuándo lo ven: ¿Pero quién es ese tipo? Pues es, ni más ni menos que José Luis López Fernández, el empresario de moda que dirige un conglomerado de empresas que factura casi 60 millones de euros. Él es consciente de que su fama también le viene por ser un gran benefactor con una visión filantrópica para su pueblo, Ubrique. «Hay que ayudar a quien lo necesita. Si tú das la vida te da. Hay que ser generoso». Realiza estas acciones con la Fundación López Mariscal, que toma su apellido y el de su mujer, Carmen Mariscal, con la que se casó en 1983 y no es muy dada a los fotocoles y le gusta mantenerse en segundo plano. Así ocurrió este fin de semana en Marbella, cuando con toda la familia, asistió al concierto de Luis Miguel a Starlite. «Soy muy amigo de Luis Miguel», puntualiza a LA RAZÓN y prosigue: «Venimos expresamente invitados personalmente por él. También adoro a Paloma y les veo como una pareja fenomenal, muy entregados el uno al otro». Igual de entregado que él está a su esposa Mari Carmen, que figura como administradora única del holding empresarial Grupo Lomar 2011. Juntos tienen dos hijos, María y Pepe, que ayudan a su padre en todo el emporio construido y dedicado a la compraventa de bienes inmobiliarios.
Y así ha ido creciendo, ese niño que un día vendía turrones en la feria de su pueblo y ahora empieza ser el «Amancio Ortega» del ladrillo. Un hombre, que superó aquel entorno humilde para hacerse a sí mismo. Otra actividad que destaca en su haber es la fabricación y el comercio de ropa y calzado. También está en sociedades donde su participación no alcanza el 50%, como la clínica en Córdoba, que tanto visita Bertín Osborne, un centro de psicología en Sevilla y hasta una compañía relacionada con grifos de cerveza. Fuera de esto, destacan una empresa de mascarillas y materiales sanitarios, así como una de producción de electricidad.
PP, Vox y PSOE de fiesta
Sus fiestas son de lo más eclécticas. Por ellas deambulan personajes de lo más variopinto que van desde el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), a su predecesora, Susana Díaz (PSOE), o Iván Espinosa de los Monteros (Vox) o a los exministros de Aznar Ángel Acebes y José María Michavila. La farándula le encanta y en sus cenáculos ubriqueños se han dado cita desde Carlos Herrera o Bertín Osborne, y actores como Miguel Ángel Silvestre y Álex González, un habitual que no faltó a la comunión de su nieta. Féminas como Susanna Grisso, o Paz Padilla, tampoco se pierden una. Como el mismo nos dice: «Cada vez que doy una fiesta se lía alguna. Es que vienen tan diferentes personas que siempre se generan noticias, porque ellos son noticias en sí mismos». Tales como de la ruptura de Escassi con Suárez, ya que a raíz de la fiesta de la comunión de su nieta en Jerez se destapó la caja de los truenos: «Ya sabes en el corazón nadie manda. Las personas tienen corazón se enamoran y se desenamoran ¿Qué les voy a decir yo?». A quien sí le dice es a su amigo Bertín Osborne, al que quiere como un hermano: «Ya ha dado un gran paso al reconocer al pequeñajo que está muy grandote, es hermoso y cada día se parece más a él. Yo solo soy amigo de mis amigos y les doy buenos consejos». Esta faceta de los rosa, le ha hecho aparecer con más frecuencia en las páginas amarillas que en las empresariales. Pero él está dispuesto a que esto cambie, y todos le empiecen a mirar con la cara del empresario serio que es.
De nave okupada a shopping center
El empresario pretende dar una nueva vida a unos abandonados 10.000 metros cuadrados situados en el corazón de Marbella. Este centro comercial abrió por primera vez en 1987 en plena época gilista y permaneció en funcionamiento hasta 1994. La inversión prevista para revitalizar este lugar pasto de okupas es de 25 millones de euros. La idea es instalar allí un área comercial y otra, con cafeterías y gimnasios, reactivando la zona. Se prevén 150 empleos.
