El vil mangazo

El vil mangazo

Estas elecciones europeas de hoy nos alcanzan sin aliento, como el que ha subido una cuesta cargado de piedras a la espalda hasta la cima de una montaña llena de nada. La monserga de cada uno de los partidos fue siempre la misma, el “tú más” habitual primero y el victimismo posterior para que te aplaudan tus conmilitones en un ambiente cercano al de las sectas milenaristas de los años ochenta.

Esta semana lo acabamos de ver, frótense los ojos si no lo hicieron, cuando el presidente del Gobierno aseguró para regocijo de sus fans que la “Trama de los ERE” no existió, sino que todo fue fruto, uno más, de la famosa maquinaria del fango, que debe ser un artilugio que te mancha o no dependiendo de a quién te arrimes. Si va el chorro contra los míos lo llamo mierda, si al que le lanzo la porquería es el contrario se llama libertad de expresión. Lamentable signo de los tiempos nefastos que nos han tocado.

Por si no lo recuerdan, se lo explicamos. El tristemente famoso “Caso ERE” continúa en los juzgados con sentencias que demuestran cómo se instaló un sistema de cobros de ayudas ilegales que fueron conocidos y aprobados por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía durante años y en distintas variedades corruptas. En su pieza política fueron condenados varios altos cargos de la Administración andaluza, entre ellos dos expresidentes, Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

Pese a la evidencia y las sentencias, Sánchez no tuvo empacho en aleccionar una vez más a los jueces, ni tampoco, de paso, al periodismo que durante años informó de todos los detalles que se iban conociendo desde que salieron a la luz aquellas grabaciones ocultas que demostraron el mangazo. Según el presidente, todo fue fruto de un “asedio vil” de la derecha contra el PSOE. No se equivoque señor Sánchez, el periodismo también le colocará delante de un juez si es necesario. De eso va, en parte, la democracia. No lo olvide.