El zasca de Gonzalo Bernardos a un hombre que se queja de los turistas en Barcelona

El zasca de Gonzalo Bernardos a un hombre que se queja de los turistas en Barcelona

En el programa ‘laSexta Xplica’ se ha vivido un tenso debate sobre el impacto del turismo en Barcelona, protagonizado por el economista Gonzalo Bernardos y Daniel Torrejón, un residente afectado por el aumento de los precios de la vivienda.

Daniel Torrejón, quien actualmente reside en un piso de apenas 24 metros cuadrados, comenzaba su intervención rememorando cómo hace dos décadas ya se discutían los efectos negativos del turismo en la ciudad condal. Sin embargo, Torrejón subrayaba que la situación ha empeorado de forma significativa, con una proliferación desmesurada de alquileres turísticos que, según él, están despojando a los barrios de su identidad local. “En Barcelona ya teníamos este tema de discusión hace 20 años. Pero ahora es una barbaridad”, comenzaba diciendo.

“Hay barrios en los que está desapareciendo la gente local”, denunciaba Torrejón, quien además señalaba que el turismo masivo provoca molestias a los vecinos “porque tienes unos diez guiris pegando gritos debajo de tu casa”, y provoca también la desaparición del comercio local en favor de grandes cadenas, un tema del que “no se habla”. “Las ciudades se están vaciando de contenido y gente”, lamentó, invitando a una reflexión colectiva sobre el tipo de ciudades que se desean para el futuro: “¿Qué queremos, ciudades vacías sin ningún tipo de interés?”.

Frente a estas declaraciones, Javier Díaz-Giménez reaccionaba diciendo: “¡Qué horror, qué disparate!”. Pero era Gonzalo Bernardos quien respondía de manera aun más contundente, cuestionando la postura de Torrejón. “Tú no harás turismo, ¿verdad? Yo espero que tú no hagas turismo. ¿O sí?”, le inquirió Bernardos visiblemente sorprendido. Ante esto, el hombre respondía: “Claro que hago”.

“Ah, qué guay”, respondía entonces un irónico Bernardos. “Que los demás no vengan a donde yo vivo, pero yo sí a donde los demás. Vaya, vaya, vaya. ¿Tú si puedes viajar, pero los demás que no vengan a Barcelona?”, concluía el economista entre risas.