Empatía y afecto, dos claves para ayudar a tu hijo a dominar la ira

Empatía y afecto, dos claves para ayudar a tu hijo a dominar la ira

La rabia es la emoción más potente que sienten los humanos, se convierte en la expresión de la ira. Una emoción vinculada a las experiencias desagradables y a la hostilidad fundamental para la adaptación y la supervivencia. Aparece cuando una persona vive una situación injusta, cuando siente que lo que le está pasando es indignante, se invaden sus derechos o no consigue algo que desea con todas sus fuerzas. Una rabia que puede llegar a alterar la frecuencia cardiaca y arterial, aumentar la adrenalina, tensar los músculos, provocando malestar y sudor, incomprensión o resentimiento y alterando el equilibrio natural del cuerpo. Una furia que provoca que la persona actúe de una manera desproporcionada o busque culpables en su entorno.

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