Son las diez de la noche del sábado 18 de mayo y el sonómetro de El PAÍS marca 86 decibelios (dB), diez veces más de lo permitido, según la evolución exponencial con la que se mide el sonido. Dentro del Santiago Bernabéu, Alejandro Sanz canta ante más de 50.000 personas y fuera lo hace en el salón de casa de más de 4.000 vecinos.