La investidura del próximo president de Cataluña depende, en buena medida, de la voluntad de Esquerra Republicana. La formación que está en tiempo de descuento de su mandato al frente de la Generalitat tiene la llave para decidir si respalda una mayoría del PSC en el Parlament, a través de un tripartito junto a los comunes, o si se suma al frente independentista, con Junts y la CUP, para bloquear la investidura de Illa y acercar la repetición electoral en Cataluña. Las conversaciones con el PSC “son vivas” y avanzan “a buen ritmo”, ha manifestado este lunes la portavoz de ERC Raquel Sans. En una larga rueda de prensa, donde ha recibido una batería de preguntas sobre el escándalo de los carteles difamatorios que se encargaron desde dentro de las filas de ERC para relacionar a los hermanos Maragall con la enfermedad de Alzhéimer, Sans ha revelado que los contactos con los socialistas son “fluidos”. También ha señalado que los republicanos mantienen otras vías abiertas, “no cerramos la puerta a hablar con Junts”, ha dicho, pero ha exigido a la formación posconvergente que antes de pedir apoyos para Carles Puigdemont se preocupe de asegurarse que el PSC le allanará el camino: “Hemos dicho desde el primer momento que la aritmética hace necesaria la abstención del PSC”. Cualquier acuerdo que pueda alcanzar la dirección de ERC con otras formaciones deberá ser ratificado por la militancia.
