Éric Ciotti sigue atrincherado en la sede de Los Republicanos (LR). El presidente de la derecha tradicional, que anunció ayer un principio de acuerdo con los de Marine Le Pen para unir fuerzas en las próximas elecciones legislativas, ha respondido al motín de los barones de su propio partido con el cierre de la sede de Los Republicanos en el séptimo distrito de París.
Estaba previsto que los pesos pesados de la formación celebraran este miércoles un encuentro a las 15.00 horas para debatir la expulsión de Ciotti del liderazgo tras expresar su deseo de pactar con la extrema derecha de Reagrupamiento Nacional (RN) sin contar con el respaldo del resto del partido. Pero Ciotti decidió en la mañana del miércoles echar el cierre a la sede aduciendo motivos de seguridad. «He tomado esta decisión tras las amenazas y los disturbios de ayer. Tengo que garantizar la seguridad del personal», se justificó en redes sociales el todavía presidente de LR, que desmintió además que hubiera programada una reunión por la tarde en el cuartel general del partido.
«Estamos en un manicomio», se lamentó Aurélien Pradié a su llegada a la sede de LR. «Esto es una democracia: la gente que se encierra en un despacho y dice “nunca saldré” no existe. Vamos a tener que hacer entrar en razón a todo el mundo», subrayó el diputado, que dejó el titular de la jornada: «Llamaremos a Jordan Bardella para que salga de su despacho». Mencionaba Pradié al joven presidente de la formación de Le Pen, que describió ayer como una «oportunidad histórica» el pacto con la derecha.
El acuerdo entre Los Republicanos y la extrema derecha todavía no se ha hecho oficial, pero ya se deja sentir en las circunscripciones. Desde ayer, las primeras instrucciones han empezado a llegar a los delegados departamentales de RN, dejando de lado a algunos militantes locales, según informa Le Monde.
Para esta misma tarde está prevista una comparecencia de prensa ante la sede de Los Republicanos. Antes, «la idea es votar por unanimidad su exclusión», de acuerdo con Vincent Jeanbrun, portavoz del partido. «Éric Ciotti tiene los métodos de un dictador; se ha encerrado en su despacho. Se ha pasado la carrera citando al general De Gaulle, pero lo que hizo ayer fueron los acuerdos de Múnich», aseveró. Ayer, la última candidata presidencial de los republicanos, Valérie Pécresse, también se mostró tajante: «No hay lugar para los traidores en la LR ni para la política mezquina».
