Kilian Jornet es uno de
los atletas de montaña más reconocidos del planeta, de modo que cuando presentó
su
proyecto más desafiante, lo que se podía leer entre líneas era que se
trataba de algo
casi imposible. Al menos para los restantes 8.200 millones de habitantes
del planeta. El proyecto, Alpine
Connections, consistía en unir todas las cimas de más de 4.000 metros de
los Alpes en 19 días sin usar vehículos motorizados.
“Este proyecto ha sido increíble – explica Jornet
-, creo que es una de las cosas más complicadas que he hecho, tanto por la
parte física y técnica como la parte mental. Tener que estar 20 días en estado
de concentración total requiere mucha energía, pero ha sido increíble”.
Empezando en el Piz Bernina
(4,049 m) en Suiza y terminando en la Barre des Écrins (4,102 m) en Francia,
Kilian Jornet ha puesto a prueba sus límites físicos y mentales en una
demostración de técnica, planificación, precisión y adaptación difíciles de
comprender para aquellos que nunca se han enfrentado a los colosos alpinos.
Entremedio, Kilian ha escalado algunas de las montañas más icónicas de los
Alpes, como el Monte Rosa (4,634 m), el Matterhorn (4,478 m) o el más alto de
todos, el Mont Blanc (4,808 m).
El recorrido se dividió en 16 etapas y sumaron 1.207 km con un desnivel
acumulado de 75.344 m, lo que equivale a subir ocho veces el Everest en menos de
tres semanas. Si tenemos en cuenta que el récord mundial de ascender las 14
cumbres de más de 8.000 metros es de casi dos años, sortear este desnivel en
menos de 20 días, es asombroso.
Más allá de la preparación física y mental, Jornet también se “aprovechó”
de la tecnología. Empecemos por lo básico, por los pies. Para recorrer los más
de 1.200 kilómetros (gran parte de ellos de roca altamente abrasiva), Jornet
utilizó 4 pares de zapatillas: tres Tomir 2.0 y unas Tomir 2.0 Waterproof.
Todas ellas desarrolladas por la casa NNormal, un emprendimiento que unió a
Kilian Jornet y la casa Camper.
Estas
zapatillas, al menos un modelo previo, ya habían sido testadas al extremo
por el propio atleta: cuando en 2022 gano la UTMB (una carrera que rodea el
Mont Blanc) lo hizo batiendo el récord de la prueba y con unas zapatillas que
ya tenían más de 1.000 kilómetros “a bordo”. Parte de esto es posible gracias
al uso de hilos de kevlar (material antibalas) en la confección de la parte
superior del calzado.
A esto le suma ropa (desde calcetines, mallas y camisetas) que
utilizan lana merino un tipo de material antibacteriano y transpirable, capaz
de regular la temperatura y actuar como un aislante natural. A eso le suma una
NNormal Rain Jacket, con una capacidad de resistir una columna de agua de
20.000 mm y una transpirabilidad de 20.000 g (los estándares más altos) en gran
parte gracias a una membrana de Pertex.
En lo que respecta a dispositivos hay dos que destacan. El
primero es el Coros Vertix 2S. Cuerpo con cristal de zafiro y bisel de titanio,
es obvio que fue concebido para resistir condiciones extremas. De hecho,
funciona entre los -30ºC y los 50ºC y su evaluación de oxígeno en sangre se
dispara de modo automático cuando sobrepasamos los 2.500 metros de altura sobre
el nivel del mar. Perfecto para encarar una ruta de 1.200 km con 82 cumbres por
encima de los 4.000 metros. A eso hay que sumarle la batería: hasta 60 días de
uso diario, 50 horas con todos los sistemas GPS y la música incluida y 140
horas con el modo GPS activo, es decir, 5 días. Y se carga en menos de 2 horas
(Jornet llevaba también una batería externa).
El Vertix 2S de Coros cuenta con una pantalla enorme (1,4
pulgadas, muy bien iluminada y táctil). Y, lo más importante que hay que tener
en cuenta para este desafío, es su GPS. Posee casi todos los sistemas de
navegación: GPS, GLONASS, Galileo, QZSS y Beidou incluso con doble frecuencia.
Todos ellos están a nuestra disposición. Esto le da una capacidad de
geoposicionamiento muy alta y muy rápida en casi todo el globo gracias al sistema
dual o de doble frecuencia que confirma mediante dos de los sistemas satelitales,
dónde nos encontramos. A todo esto hay que sumarle una batería con capacidad de
32 GB, suficiente para toda la música que quiera y para descargarse los mapas
cuando no hay señal.
Finalmente, hay que agregar un frontal Moonlight 2000, un
dispositivo que entrega una luminosidad de 2000 lúmenes. ¿Cuánto es esto?
Podríamos decir que su equivalente es una bombilla de entre 100 y 150 watts de
luz incandescente. Pero eso no da mucha información. La Moonlight 2000 pesa, con
la batería (que puede durar hasta 20 horas) unos 350 gramos, es compatible con
el sistema GoPro de cámaras y su luminosidad (que tiene 4 intensidades
distintas) alcanza en su máximo potencial unos 70 metros.
Esta no es una cifra aleatoria. Los lúmenes son, básicamente,
la energía potencial que tiene una fuente de luz. Cuantos más lúmenes, más
energía potencial tendrá para iluminar y para ver más lejos.
La candela, por su parte, es la intensidad de la luz en una
dirección determinada, mientras que Lux es la medida de cuántos lúmenes se
distribuyen sobre un área determinada a una distancia determinada. Usando una
fórmula (Lux = candela/ (distancia (m)2) es posible medir la distancia y saber
que aquellos 2000 lúmenes nos permiten ver objetos a la mencionada distancia.
Es decir, a toda potencia se ve claramente lo que hay 70
metros hacia adelante. Esto, en terreno montañoso y en un peso tan reducido, es
fundamental. En lo que se refiere a frontales compactos, es lo mejor que hay.
Detalle importante: el fabricante es noruego y Kilian tiene allí una de sus
bases, lo que sin duda también le ha dado al fabricante, claves para los nuevos
frontales que vendrán el año que viene.
