La polémica L9 del Metro de Barcelona ve la luz al final del túnel. Esta línea del suburbano barcelonés, cuyas obras empezaron en 2003 y se paralizaron años más tarde por la crisis y demás imprevistos -algunos de índole estrictamente política-, tendrá cuatro nuevas estaciones en el año 2027. “No esperaremos a que se termine en su totalidad para poner algunos tramos en servicio”, aseguró la semana pasada la consejera de Territorio en funciones, Ester Capella, confiada respecto a que en los próximos tres años puedan estar disponibles las estaciones de La Sagrera-TAV, La Sagrera, Plaça Maragall y Guinardó-Hospital de Sant Pau. En el caso de las dos primeras, la evolución del metro está supeditada a la nueva estación de La Sagrera, que también encara su recta final y aspira, gracias al AVE pero también a tantos otros trenes nacionales y regionales, a tomar el relevo de la estación de Sants como la más importante de la ciudad. También en Sants habrá obras en los próximos años.
Así pues, en 2027, se inaugurará la estación de metro La Sagrera-TAV, ubicada entre las actuales paradas de Onze de Setembre y el propio metro de La Sagrera, por la que circula ya la L9. Cuando terminen las obras, esta línea de metro dejará de utilizar los andenes de la L4 y pasará a tener túnel propio. En el caso de la plaça Maragall, también próxima al barrio de La Sagrera y entre los distritos del Eixample, Sant Andreu y Horta Guinardó, la obra ya está casi terminada; mientras que, finalmente la nueva estación de Guinardó-Hospital de Sant Pau, por la que también transcurre la L4 actualmente, tendrá estación propia para la L9.
