El Ministerio para la [[LINK:TAG|||tag|||633615c487d98e3342b26d15|||Transformación Digital]] y la Función Pública ha anunciado un plan de medidas para combatir las estafas de suplantación de identidad que se realizan mediante llamadas telefónicas -CLI Spoofing- y envíos de SMS –Smishing-. Se trata de variantes de lo que, en un sentido amplio, se conoce como phishing y los ciberdelincuentes lo utilizan para presentarse ante la potencial víctima como un organismo, empresa o institución que no son y estafarla. El objetivo del plan es aumentar la protección de consumidores y empresas y evitar que disminuya la confianza de los ciudadanos en la fiabilidad y seguridad del contenido transmitido a través de comunicaciones electrónicas.
El plan gira en torno a cinco medidas similares a las que, según el Gobierno, han permitido a Finlandia reducir las estafas por suplantación de identidad en casi un 90%.
En primer lugar, los operadores tendrán que bloquear las llamadas que utilizan números que no hayan sido atribuidos a ningún servicio, asignados a ningún operador o adjudicados a ningún cliente. También bloquearán las llamadas y SMS de numeración nacional, pero con origen internacional y que constituyen uno de los focos de fraude más habituales.
Por otro lado, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia será la encargada de gestionar una base de datos de nueva creación con los usuarios que utilizan alfanuméricos en sus mensajes como, por ejemplo, el nombre de una compañía. Así, los mensajes procedentes de entidades que no estén incluidas en esta base de datos serán bloqueados por los operadores y no llegarán al receptor.
Por último, se prohibirá el uso de numeración móvil para llamadas comerciales, lo que permitirá que un ciudadano identifique que es un fraude si recibe una llamada desde un número móvil en nombre de alguna entidad. Además, se permitirá con carácter general la utilización de números 800 y 900 por parte de las que tengan asignados estos números para la realización de llamadas comerciales.
El CLI Spoofing es una forma de suplantación de identidad en la que los ciberestafadores manipulan el CLI -Calling Line Identification o Identificador de llamada- para que el número coincida con el de una empresa u organismo público. El Smishing consiste en el envío de SMS, ya sea con identificador numérico o alfanumérico, simulando ser una entidad legítima e invitando al receptor a acceder mediante un enlace a una web falsa que replica la verdadera y poder sustraer información personal y claves financieras.
Este plan se ha elaborado tras lanzar a principios de año una consulta pública y ahora el ministerio, a través de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, ha iniciado el trámite de audiencia pública de una Orden Ministerial que incluye las modificaciones normativas necesarias para poner en marcha estas medidas.
