Antes de entrar en detalles gastronómicos cabe destacar por adelantado, que la terraza del restaurante Nomada en Denia, goza de unas vistas privilegiadas para disfrutarlas relajado y para hartarse de hacer fotos con los yates como decorado y el impresionante y milenario castillo fortaleza presidiendo el paisaje de la localidad dianense. Nomada (sin acento), está pegadito a la Estación Marítima de donde zarpan y atracan a diario los buques de Ibiza, Palma y Formentera en la Marina El Portet y eso le confiere un idílico valor añadido, como restaurante de alto standing en una localidad turística tan top como es Denia.
Con la cocina italiana ocurre un fenómeno parecido al de la cocina mexicana, entre otras conocidas mundialmente. Es tan brutal la fama internacional de sus platos típicos y populares, que su alta cocina hay que introducirla y enseñarla con esponjosidad y sutileza, convenciendo a los comensales con un alto refinamiento en sus preparaciones, usando productos de alta calidad y dejándolo en manos de buenos profesionales en cocina y en sala.
La cocina de Nomada la capitanea su afamado chef, el milanés Massimo Arienti al frente de un escogido equipo, que proponen un viaje de norte a sur de la bota a través de una cocina profundamente italiana, ejecutada con un pensamiento moderno e innovador y con guiños a la generosa despensa de la Costa Blanca de la que no solo se surte si no que le toma prestados algunos platos a los que añade su pincelada personal.
Uno de los detalles que ponen en valor en Nomada, ya que es el mejor restaurante de alta cocina italiana de la Costa Blanca, a juicio de muchos, son las delicadas masas de largas fermentaciones y eso se nota en la textura de sus pastas, Utilizan una masa madre de 25 años, y una de 35 años, ambas cuidadas con mucho cariño.
En nuestra peculiar y reciente experiencia gourmand, el jefe de sala, Giovanni Mastromarino que descubrió Denia de la mano de Quique Dacosta como su responsable de sala, con lo que sobra cualquier comentario sobre su buen oficio, nos deleitó con el menú Essenza, que comenzó con un delicado bocado salado, el de la jugosa focaccia elaborada con masa madre, seguido de una Pineapple Pizza gourmet, que identificamos como muy cercana a la clásica Margherita, o de la sabrosa Calamarata ai frutti di mare, sabrosa pasta con pescado y marisco. La experiencia gastronómica seguía, en día espléndido con brisa agradable, con un ceviche mediterráneo de gamba blanca, el famoso risotto con una lámina de oro ( riso e oro) y el tartare de lomo alto de atún y caviar. Las versiones con firma propia de la cocina más local las comprobamos en sus interpretaciones del gambero rosso di Denia, es decir la gamba roja de la zona y el brutal figatell con salsa de chocolate. Sabores todos muy mediterráneos de una y otra orilla.
Ya en los postres nos encontramos con una meringata, el millefoglie di cioccolato y picola pasticceria, una gran combinación de sabores marinos y dulces de exquisita elaboración…que no necesitan traducción.
Y sobre los vinos, nos sorprendió favorablemente la selección escogida por Giovanni. Probamos varios como el Lambrusco ‘Premium’ de Vecchia Módena para abrir boca, el Primitivo di Manduria 2018 vintage, un vino armonioso y elegante de uva tinta y el blanco Cà dei Frati Lugana, creado a partir de las uvas Trebbiano di Lugana.
Nomada brilla con luz propia, desde que nace en 2021 por el afán del chef Massimo Arienti por desarrollar su personal concepto artístico de la más elegante cocina italiana, que pasa por fusionar el mejor producto mediterráneo de proximidad con el recetario tradicional italiano,
La cocina de Nomada incluye platos veganos y sin gluten. Ofrecen una carta de platos muy personales y varios menús de diferentes precios, entre 60 a 90 euros por menú. Una carta pensada para los paladares que gustan de la gastronomía italiana más sobresaliente, con homenajes puntuales a la cocina del entorno.
Los propietarios del restaurante son dos familias de origen británico cuyas iniciales, combinadas, forman el nombre de Nomada y de ahí que no lleve tilde.
Viaje en barco para abrir el apetito
Antes de la exquisita experiencia culinaria cargada de matices y sabores que no quieres ni puedes olvidar, tuvimos un primer contacto náutico, recorriendo en una embarcación de la misma empresa esas aguas en las que desembarcaban piratas cuando Denia en el siglo XV era un nido de corsarios y que hoy forman parte de uno de sus más poderosos atractivos,
El joven Gennaro, un experto marino italiano que, según nos cuenta durante la travesía, llegó a Denia llevado por el amor, nos proporciona una excursión bordeando la costa que habitualmente ofrece Nomada a los clientes que lo solicitan y que incluye la entrada a la Cova Tallada, una joya de la naturaleza de la Costa Blanca, una cueva artificial al nivel del mar, que regala una de las estampas más impresionantes del Este mediterráneo. El viaje náutico tiene programada una parada cuando fondea frente a los escarpados acantilados, para degustar un aperitivo o caja gastronómica a bordo, regado con un vino espumoso del país vecino, en nuestro caso un Contaldi Castaldi Rosé, ante la impactante gruta como testigo. La experiencia Nomada a jornada completa por tierra y mar es un gozoso latigazo para los sentidos. ¡Carpe Diem!
