Estonia se blinda ante la amenaza rusa: “Podríamos resistir un par de semanas hasta que lleguen los aliados”

Estonia se blinda ante la amenaza rusa: “Podríamos resistir un par de semanas hasta que lleguen los aliados”

En la pequeña ciudad de Voru, en el sureste de Estonia, la militarización a marchas forzadas resulta evidente. Sus ciudadanos se han acostumbrado a la presencia de soldados británicos, franceses y estadounidenses en sus bares y a que camiones militares circulen por sus calles adoquinadas. El enemigo, Rusia, se encuentra a solo 30 kilómetros. Y el miedo a una posible invasión, que para nada descartan las autoridades estonias, cala cada vez más entre la población. Prueba de ello es que muchos de los 12.000 habitantes de Voru tienen sus coches aparcados con el depósito de combustible lleno y una maleta con lo indispensable por si acaso toca huir repentinamente.

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