Estos son los primeros síntomas de alzhéimer, según un estudio de Harvard: no salen en las pruebas

Estos son los primeros síntomas de alzhéimer, según un estudio de Harvard: no salen en las pruebas

En la actualidad sabemos que el cerebro sufre alteraciones propias de la enfermedad de Alzheimer que empiezan años antes de que aparezcan los primeros síntomas. Ese tiempo es el que los médicos definen como «fase preclínica». En esta etapa la persona puede expresar alguna queja relacionada con la pérdida de memoria, sin embargo, el rendimiento neuropsicológico en las pruebas estándar aparece como normal. Ahora, un nuevo estudio de Harvard se pregunta: ¿es posible detectar esas primeras pistas de alzhéimer?

«Comprender los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer es aún más importante ahora que se dispone de nuevos fármacos modificadores de la enfermedad», afirma la autora de la investigación, la doctora Rebecca E. Amariglio, de la Facultad de Medicina de Harvard, en Boston, Massachusetts (Estados Unidos).

Su trabajo, publicado ayer en la edición electrónica de Neurology, confirma que las personas que declaran tener problemas de memoria en una fase temprana y cuyas parejas o familiares también sospechan que los tienen, presentan niveles más altos de ovillos tau en el cerebro, un biomarcador asociado a la enfermedad de Alzheimer.

«Nuestro estudio descubrió que las sospechas tempranas de problemas de memoria, tanto por parte de los participantes como de las personas que los conocían bien, estaban relacionadas con niveles más altos de ovillos tau en el cerebro», explica Amariglio. De nuevo, se trata de ese deterioro cognitivo subjetivo que se produce cuando una persona informa de problemas de memoria y pensamiento antes de que cualquier deterioro sea lo suficientemente grande como para aparecer en las pruebas estándar.

Por lo tango, el nuevo trabajo añade más pruebas de que, cuando un paciente o un familiar nota signos de pérdida de memoria persistente, es importante hablar con un médico. Además, añade información sobre qué es lo primero que olvida una persona que puede estar en la fase preclínica del alzhéimer.

Cómo detectar un principio de alzhéimer, según el estudio

En el estudio participaron 675 adultos con una edad media de 72 años que no presentaban deterioro cognitivo en las pruebas formales. A todos se les realizaron escáneres cerebrales para detectar placas amiloides. De este grupo, el 60% tenía niveles elevados de amiloide, lo que significa que corrían el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo debido a la enfermedad de Alzheimer aunque, en el momento del escáner, fueran cognitivamente normales.

Los participantes no sabían si tenían niveles elevados de amiloide. Cada uno tenía un compañero de estudio (su cónyuge, hijo/a o un amigo/a) que podía responder a preguntas sobre las habilidades de pensamiento y memoria del participante, y su capacidad para realizar tareas cotidianas. En el 65% de los casos, las parejas vivían con los participantes.

Cada participante y su pareja rellenaron un cuestionario para evaluar el deterioro cognitivo subjetivo del participante. Las preguntas incluían: «En comparación con hace un año, ¿cree que su memoria ha disminuido sustancialmente?» y «En comparación con hace un año, ¿tiene más dificultades para administrar el dinero?». Se registraron las puntuaciones de los participantes y sus parejas. En el baremo, las puntuaciones más altas indicaban mayores quejas sobre la memoria.

Los investigadores revisaron los escáneres cerebrales para detectar los niveles de ovillos tau, y descubrieron que los participantes con mayores niveles de ovillos tenían puntuaciones más altas de quejas en el cuestionario de memoria. Sus compañeros también los puntuaron más alto. Esta asociación era más fuerte en los participantes que tenían niveles elevados de placas amiloides.

«Nuestro estudio incluyó un alto porcentaje de personas con niveles elevados de amiloide. Por esta razón, pudimos ver también que las quejas sobre la memoria estaban asociadas con niveles más altos de ovillos tau», subraya Amariglio. «Nuestros hallazgos sugieren que preguntar a las personas mayores que tienen biomarcadores elevados de la enfermedad de Alzheimer sobre el deterioro cognitivo subjetivo puede ser valioso para la detección precoz. Esto es especialmente importante, ya que se prevé que los tratamientos administrados en la forma más temprana diagnosticable de la enfermedad serán los más eficaces para ralentizar la enfermedad», avala.

«Algo tan sencillo como preguntar por las quejas sobre la memoria puede relacionarse con la gravedad de la enfermedad en la fase preclínica del Alzheimer», destaca la autora principal, que también es doctora del Departamento de Neurología del Hospital Brigham and Women’s y neuropsicóloga clínica en el Massachusetts General Hospital.

«Ahora comprendemos que los cambios en el cerebro debidos a la enfermedad de Alzheimer empiezan mucho antes de que los pacientes muestren síntomas clínicos detectados por un médico. Cada vez hay más pruebas de que los propios individuos o un familiar cercano pueden notar cambios en la memoria, incluso antes de que una medida clínica recoja evidencias de deterioro cognitivo», manifiesta.

Sin embargo, Amariglio advierte que notar un cambio en la cognición no significa que se deba llegar a la conclusión de que una persona tiene la enfermedad de Alzheimer. Aun sí, afirma no se debe desestimar la preocupación de un paciente o familiar por su cognición.

Por último, la autora señala que el estudio se vio limitado por el hecho de que la mayoría de los participantes eran blancos y tenían un alto nivel educativo. En el futuro, se necesitarán estudios que incluyan participantes más diversos y que hagan un seguimiento de los participantes a más largo plazo.