Si piensas en un buen lugar para comer, en el que puedas disfrutar de la naturaleza, además de gozar de las mejores fiestas al aire libre debería venirte un nombre a la mente: Asturias. Con la indudable ventaja que aporta poseer montaña y costa, ofrece innumerables paisajes naturales, la hospitalidad de sus gentes y una excelente cocina marinera. Por todo ello, aprovechando que ya hemos entrado en la temporada de las vacaciones estivales, vamos a hacer un repaso de algunos pueblos ideales para disfrutar del verano en esta región.
Playa Tapia de Casariego
Para todos aquellos amantes del surf, este es el sitio ideal. E incluso para los que no practican este deporte, porque este lugar se encuentra repleto de palacios y mansiones impresionantes que rodean una playa de aguas cristalinas, ofreciendo un ambiente de “clase alta” sin renunciar a esa atmósfera de diversión y comodidad propia del veraneo. En cuanto a la vida nocturna, en este enclave siempre habrá planes para hacer, desde poder saborear un buen marisco hasta disfrutar tranquilamente de un cóctel en una terraza en alguno de los muchos bares que hay en la zona. Y a relajarse.
Ribadesella playa
Si no la conoces todavía, debes saber que esta localidad asturiana representa uno de los sitios top en verano en la región. Aquí deporte y diversión van de la mano en su evento anual de Descenso Internacional del Sella, donde se baja el río en canoa. Para completar la experiencia se ofrece hospedaje en casas indianas convertidas en hoteles-palacete actualmente, como Villa Rosario, que responde a un palacete del siglo pasado y cuya ubicación privilegiada se sitúa en primera línea de la playa Santa Marina. Para comer, el restaurante con una estrella Michelín El Corral del Indianu es un acierto seguro, donde se ofrece un menú gastronómico que recibe el nombre de “Mar y Montaña radical”.
Cudillero
Reconocido como el pueblo Ejemplar de Asturias (un premio de carácter especial), Cudillero responde a una villa pesquera, la cual, como dato curioso, llegó a contar con la flota más importante del Cantábrico. De ahí su tendencia marina, con una gastronomía basada en la pesca y la viveza de sus casas trepadoras. Sus habitantes, a los que se les denomina pixuetos, saben escoger un buen plato gourmet: como el famoso pixin (también conocido como rape).
Llanes
Este destacado enclave asturiano ha sido el escenario de diversas películas, tales como Historia de un beso, de Garci, o El Orfanato, de Juan Antonio Bayona, entre otras. En esta localidad se encuentra una de las playas más bonitas de Asturias, la playa de Barro, Sorraos o Gulpiyuri, un lugar mágico y oculto en medio de campos verdes, una playa de agua cristalina a cien metros tierra adentro, que le proporciona un efecto sorpresa al no ser visible desde lejos. Aquí puedes pedir una buena paella con bugre (todo un manjar que puedes disfrutar en cualquier bar del puerto).
Lastres
Vamos ahora a un pueblo marinero donde se puede apreciar claramente la existencia de dos identidades. Por una parte, aquí se encuentran las huellas de los dinosaurios en las llastrinas (losas de acantilado), con el Museo Jurásico de Asturias. Por otro lado, interfiere también el mundo de la televisión, al tratarse del lugar en el que vivía el Doctor Mateo, un elemento que puede resultar un reclamo para atraer a curiosos y visitantes. A la hora de comer, Azor es uno de los bares más recomendables, un lugar al que han acudido personajes ilustres (tal y como prueban las múltiples fotos expuestas en el lugar) y que brinda, además, un gran ambiente distinguido y buena música.
Luarca
Nos hallamos ahora ante una de las localidades más antiguas de la región asturiana. Luarca se ubica en la desembocadura del río Negro y se la conoce como la Costa Blanca de la Villa Verde. Como rincones imperdibles, destaca la zona marinera con los barrios el Camberal, el Carril, y la pescadería, así como la zona indiana repleta de mansiones de finales del siglo XIX. Para vivir una experiencia distinta, puedes hospedarte en la Casona de Doña Paca.
Villaviciosa
Montaña y verde sin renunciar a la costa. Este es uno de los lugares que hay que visitar en Asturias, al ofrecer bellos paisajes con prados llenos de casas de campo y, a su vez, por su cercanía a la playa de Rodiles. Si optas por hacerle una visita debes saber que en este municipio no hay hoteles, edificios o tiendas. Aunque sí dispone de un camping donde se puede acampar todo el verano. Entre los lugares que ofrece, se encuentra la fábrica de la sidra El Gaitero, operativa desde el siglo XVIII.
Tazones
Este pueblo se caracteriza por poseer una esencia de aldea asturiana. Sus hórreos próximos al mar le dan un toque muy propio, al igual que las calles empedradas que la componen y sus viviendas de baja altura. Con unos 300 habitantes, la zona del puerto destaca por su apariencia, cuyas formas y recovecos recuerdan a los pliegues de una red, todo enmarcado dentro de ese ambiente marino. Por ello, no es de extrañar que en gastronomía, una vez más, resalte el marisco y el pescado como protagonistas, ofreciendo una amplia variedad en los establecimientos del lugar.
Salinas
Surf, fiesta y gente joven. Así se podría resumir uno de los lugares más famosos en tierras asturianas para pasar el verano. Punto de encuentro de surferos, además, donde no sólo se puede practicar este deporte, sino que también brinda una dinámica oferta cultural de la mano del hotel Ewan House, donde se incluye música en directo y cuenta con un bar en la playa con un gran ambiente nocturno. Asimismo, en el periodo comprendido desde finales de julio hasta principios de agosto, se celebra el festival de Longboard.
Castropol
Ubicado sobre la ría de Ribadeo, se encuentra un pueblo vibrante, diferente y muy náutico: Castropol, Pueblo Ejemplar de Asturias. El que fue un asentamiento prerromano, aúna tradición marinera y deporte de remo, ofreciendo vistas inmejorables y el tiempo ideal para practicar wind-surf. Sus calles que respiran historia y su bello casco antiguo merecen ser visitados. Igualmente, el pescado y el marisco no pueden fallar.
