Estos son los tres refranes más típicos de Canarias y sus significados

Estos son los tres refranes más típicos de Canarias y sus significados

El español es uno de los idiomas con mayor peso a nivel internacional. Así, de acuerdo con el Instituto Cervantes, cerca de 585 millones de personas en todo el mundo hablan español como primera lengua. Además, es la segunda lengua más hablada en lo que respecta a hablantes nativos, extendiéndose en más de 20 de países.

También destaca por ser uno de los idiomas más ricos del mundo. Nuestra lengua cuenta con unas 93.000 palabras, según la RAE, además de una innumerable cantidad de expresiones. Esa riqueza queda bien plasmada en los dialectos que se hallan en el conjunto del país, las frases hechas y los refranes que se emplean.

Por ello, para arrojar algo de luz sobre los refranes típicos que imperan en las diferentes regiones de nuestro país, la revista Viajar ha elaborado un listado donde se recogen los más recurrentes según cada comunidad autónoma.

Y es que los refranes y las expresiones empleadas en una zona determinada pueden revelar el carácter, humor y espíritu que se respira en la misma, el alma de la gente que la habita. Una circunstancia habitual que en el caso de Canarias parece que no supone una excepción al respecto.

El refrán más típicos de las islas

“Poner en valor la España de los refranes”. Así describe la propia publicación, autora de este listado, el objetivo por el que se ha llevado a cabo. En el caso concreto de Canarias, son estos los que más destacan, reflejo, en parte, del carácter vivaz y alegre de las islas.

“Ya el conejo me riscó la perra””Qué dos cabezas para un caldo pescado””Pícamelo menúo que lo quiero pa’ la cachimba”

¿Cuál es el significado de estos refranes?

Como se puede apreciar, son expresiones singulares, cuyo significado puede no ser descifrado por todos de primeras. En el primer caso, “ya el conejo me riscó la perra”, se corresponde con un refrán que se utiliza cuando las cosas comienzan a ir mal o al menos no como habíamos pensado, cuando un plan se tuerce. El Diccionario Básico de Canarismos lo recoge bajo la definición de “frase que en tono de lamento se emplea cuando surge un inconveniente o problema imprevisto”. Además, tal y como indican desde la revista Viajar, su origen “se encuentra en los perros de caza, que a veces fallecían cuando perseguían conejos”.

Pasamos al segundo ejemplo citado, “qué dos cabezas para un caldo pescado”, refrán al que la gente recurre para hacer referencia a la falta de inteligencia con la que cuenta una persona.

En cuanto al último caso, “pícamelo menúo que lo quiero pa’ la cachimba”, su uso suele producirse en situaciones en las que uno dispone de pocos conocimientos acerca de una materia, factor que provoca que no se pueda seguir el hilo de lo que se está contando. Por lo tanto, y a raíz de lo mencionado previamente, por medio de este refrán se estaría pidiendo una explicación detallada de algo que no se entiende.

Please follow and like us:
Pin Share