Los días de vino y rosas van quedando atrás. La televisión ya ha asumido que la era de la sobreabundancia está en remisión. Las huelgas de guionistas y actores del año pasado en Hollywood y la nueva fase en la que ha entrado el streaming han obligado a echar el freno a la cantidad de producción con la que canales y, sobre todo, plataformas inundan cada año las pantallas. Después de que la industria haya declarado a Netflix ganadora de la guerra de las plataformas, la posguerra se plantea incluso más apasionante. ¿Quiénes sobrevivirán? ¿Por qué contenido se decantará el público? ¿Vencerá la creatividad al algoritmo?
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