Evocando la «crisis de los misiles» de Cuba en 1962

Evocando la «crisis de los misiles» de Cuba en 1962

Llevamos días advirtiendo que «de facto» estamos en una Tercera Guerra Mundial –«no convencional»–, para implantar un nuevo orden geopolítico mundial «multipolar». Así está recogido tal y como lo pactaron Xi Jinping y Putin, en un «histórico» –así calificado por ambos– Tratado bilateral, entre China y Rusia firmado en Pekín en febrero de 2022 justo antes de comenzar la «operación militar limitada» en Ucrania. Es evidente la relación existente entre un hecho y el otro, lo que conduce a considerar que esa invasión tiene por objetivo limitar la esfera de influencia de EE UU en esa zona de Europa Oriental tan sensible para Rusia. Y ello en coherencia con lo acordado, que da por acabado el orden geopolítico dual surgido de la Segunda Guerra Mundial en 1945, que pasó a ser unipolar y liderado por EE UU, tras la implosión de la URSS en 1991. Por tanto esa guerra debe analizarse en el marco de dicha estrategia para debilitar el liderazgo global de EEUU y reforzar el «polo» de Rusia en esa anunciada nueva «multipolaridad».

De similar forma debe entenderse la guerra existente en Oriente Próximo, que desencadenó el ataque terrorista de Hamás contra un festival musical protagonizado por población civil y que ocasionó una masacre de más de mil jóvenes civiles muertos, con numerosas jóvenes violadas y centenares de rehenes secuestrados. El próximo martes se cumplirá el primer año de aquella masacre y, hoy, toda la zona es un polvorín con Israel combatiendo a Hamás, Hizbulá y los hutíes que tienen en común ser grupos terroristas islámicos que comparten el objetivo de eliminar el actual Estado de Israel. En octubre de 1962, el mundo estuvo en grave riesgo de una guerra nuclear entre EE UU y la URSS por la conocida como «crisis de los misiles» provocada por haber instalado el líder soviético Nikita Kruschev una base de misiles nucleares en la Cuba comunista de Fidel Castro. El presidente Kennedy consideró que aquella amenaza afectaba a su influencia en la zona y significaba una amenaza inaceptable para la seguridad estadounidense. El mundo contuvo el aliento ante el nivel al que llegó la tensión que podía generar un auténtico holocausto nuclear, ocasionado por un simple «error humano». Una sensible diferencia actual con aquella crisis, es que el arma nuclear hoy la poseen más países que entonces, siendo además todavía más mortífera. Baste señalar que uno de ellos podría tener acceso a ellas y se encuentra detrás de la agresión a Israel, que es la República Islámica Iraní, que mueve esos largos tentáculos terroristas en Gaza, Líbano y Yemen. Oriente Próximo es otro «polo» de esa nueva «multipolaridad global».

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