El Rey, Felipe VI, interrumpió sus vacaciones para asistir a la toma de posesión del Jefe del Estado dominicano, Luis Abinader, quien fue reelegido en primera vuelta en las elecciones que se celebraron el pasado mes de mayo. El Monarca voló sin ningún ministro de jornada. Estuvo acompañado por la secretaria de Estado para Iberoamérica, Susana Sumelzo; el jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino, y el consejero diplomático, Alfonso Sanz Portolés. Con su presencia, el Monarca confirma su baluarte como firme puente con Iberoamérica. El artículo 56 de la Constitución atribuye al Rey la más alta representación del Estado en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica. Don Felipe se estrenó hace 28 años como representante de España en una toma de posesión de un presidente iberoamericano. Lo hizo con Príncipe de Asturias. La de ayer fue la ocasión número 86 en la que represente a nuestro país y la número 16 desde su ascenso al trono hace una década.
Durante su visita, de apenas 48 horas al país, el Rey aprovechó para reunirse con el presidente de Paraguay, Santiago Peña. Además, mantuvo la tradicional audiencia a representantes de la colectividad española en República Dominicana, en la residencia del embajador de España. Alrededor de unas 80 personas, del ámbito económico y empresarial, de organismos internacionales o de la cultura, tuvieron la oportunidad de saludar a Felipe VI y conversar con él.
