Israel mantiene este sábado su ofensiva aérea sobre el Líbano con la mirada puesta en una posible e inminente invasión terrestre. El objetivo de los bombardeos, que se llevan a cabo por séptimo día consecutivo, es doble. Por un lado, destruir toda la infraestructura de Hizbulá para cortar de raíz los continuos lanzamientos de msiles. Por otro, persigue acabar con el líder del grupo terrorista libanés, Hassan Nasrallah, su gran obsesión desde hace tiempo y el último de los jefes de la milicia que le queda por matar.
Los ataques se producen después de que el primer ministro israelí, Benajamin Netanyahu, interviniera en la Asamblea General de la ONU, en un esperado discurso, para reiterar que seguirá con los ataques tanto en Líbano como en Gaza. Netanyahu aprovechó para arremeter de nuevo contra Irán y tender la mano a Arabia Saudí para que firme la paz con Israel.
Así le hemos contado los bombardeos del día anterior.
