Hacia los Estados Unidos de Europa

Hacia los Estados Unidos de Europa

Si en los años sesenta del siglo pasado alguien hubiera levantado la piel política de mi generación, habría encontrado, grabadas sobre la carne viva, estas dos palabras: la libertad y Europa. Era la respuesta de la juventud silenciada a la dictadura atroz.

Seis décadas después, la libertad es un hecho en España y el viejo continente camina hacia los Estados Unidos de Europa, a pesar de los acosos de la extrema izquierda y la extrema derecha. Frente a la China emergente, frente a los absorbentes Estados Unidos de América, si Europa quiere mantener su voz en el concierto internacional sabe que sólo tiene un camino: el de su unidad. A pesar de navegar a veces a la deriva, la nave europea ha mantenido el rumbo adecuado. Las elecciones europeas del domingo han ratificado la voluntad general de los europeos al consolidar una supranacionalidad vertebrada ya por las fronteras comunes de «Schengen» y la moneda única, el euro. La mayoría de los europeos no quieren perder la identidad histórica de sus naciones, pero están de acuerdo en que éstas se integren de forma cada vez más intensa en una construcción política que nos permita competir en el mundo.

Mucho se ha avanzado en ese camino y mucho queda por avanzar. Hace cuarenta años, la voluntad era firme pero el escepticismo, extendido. Hoy, con todas las dificultades que se quieran, con todas las veladuras que entorpecen a veces la visión, los Estados Unidos de Europa se encuentran cada vez más cerca. Algunos hombres sabios como De Gásperi en Italia, Adenauer en Alemania, Salvador de Madariaga en España, apostaban por la construcción de una Europa nueva que superara los extremismos. En aquella época, derrotados el nazismo y el fascismo, preocupaba sobre todo el totalitarismo comunista que dominaba desde la Unión Soviética a Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Checoslovaquia, Ucrania, Bielorrusia, Moldavia y el conjunto de países aglutinados en torno a Yugoslavia.

Las elecciones del domingo han demostrado que populares democristianos, socialistas socialdemócratas y liberales continuarán construyendo los Estados Unidos de Europa. Y, por cierto, Sánchez anunció: «Vamos a ganar», tal y como había ordenado a Tezanos que reflejara en una encuesta del CIS. Pues no. Vencedor Feijóo, exige ahora que se celebren elecciones en octubre próximo. Y si no, moción de censura.

Luis María Anson, de la Real Academia Española.