El líder de la ultraderecha austriaca, Herbert Kickl, líder del FPÖ, pidió el voto para dar la vuelta al país, cambiar “el sistema” y cerrar la puerta al asilo y a la inmigración. Este domingo ha conseguido, según el escrutinio tras las elecciones parlamentarias en Austria, cruzar primero la línea de meta con un resultado histórico para el partido, aunque de momento no tiene socio político para gobernar o encabezar el Ejecutivo, como ha reclamado en caso de ganar.
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