“Por San Miguel, los higos son miel”, dice el sabio refrán, en referencia al 29 de septiembre y, con ello, al final del verano. Es entonces cuando este fruto -que en realidad es una infrutescencia, o muchos pequeños frutos reunidos en un receptáculo- está de mejor ver, y comer. Aun así, la temporada de higos se extiende de finales de julio a noviembre, y va precedida de las brevas. Éstas son los higos que no consiguieron madurar a tiempo -nos ha pasado a muchos- y han estado todo el invierno en el árbol, esperando su momento. Como el momento que hemos estado esperando nosotros para cocinar higos fritos extremeños.
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