Emund Burke (1729-1797), padre del «conservadurismo liberal británico», pensaba que «bien es sabido que la ambición también puede volar o arrastrarse». También abogó por la limitación del poder de la realeza y fue un gran defensor del libre comercio y crítico feroz de los controles de precios. José Luis Escrivá, Ministro para la Transformación Digital y la Función Pública, tras su paso muy polémico por la Seguridad Social, ahora candidato a gobernador del Banco de España, sin duda conoce las ideas de Burke. Lo mismo ocurre con sus dos grandes valedores en el PP –sí, en el PP y no en el PSOE–, los hermanos gemelos Álvaro y Alberto Nadal, sobre todo el primero, que fue ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital con Rajoy, mientras que el segundo ocupó, también con el PP, la secretaría de Estado de Hacienda. Es la historia de una ambición y de unos personajes «sobradamente preparados» en lo técnico, incluido Escrivá.
Pedro Sánchez, cuyo conocimiento de Burke es tan dudoso como intrascendente, le ha propuesto al PP nombrar a Escrivá gobernador del Banco de España y que los populares elijan al subgobernador. Hay una tradición, con tantos precedentes como excepciones, por la que Gobierno y oposición pactan esos puestos. Escrivá parecía, al principio, un candidato sonda, pero lo cierto es que el inquilino de la Moncloa quiere verlo en Cibeles, al frente del Banco de España y en el consejo del Banco Central Europeo. El líder del PP, Feijóo, se niega y quizá sea la primera gran batalla del nuevo curso, porque el 12 de septiembre vence el mandato de subgobernadora y–ahora gobernadora en funciones–, Margarita Delgado. Escrivá rechina en el PP. Álvaro Nadal convenció a Rajoy en su día para que nombrara a Escrivá presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fisca, desde donde no vaciló en hacer –a veces con motivo– la vida imposible a los populares. Nunca se lo han perdonado y creen que quiso ser ministro con Rajoy. Uno de los argumentos de los Nadal para que el PP apoye a Escrivá es que, entonces, Sánchez podría aceptar que Eva Valle, casada con Alberto Nadal, y en su día jefa de la oficina económica de Rajoy, fuera subgobernadora. Es muy probable, casi seguro, que Feijóo vete a Escrivá. No habrá pacto y Sánchez nombrará a su candidato. Josep Conrad (1857-1934), que por algo escribió «El corazón de las tinieblas», decía que «todas las ambiciones son lícitas, excepto aquellas que elevan las miserias de la humanidad», y también «pueden volar o arrastarse», según Burke.
