La Puerta Grande de Fernando Adrián fue inesperada porque hasta la salida del sexto toro la corrida había sido un bochorno insoportable por la invalidez de los impresentables novillos que Garcigrande envió y aprobó la autoridad. Pero ese último, que cabeceó como los demás en varas, que no recibió castigo y dobló las manos al salir del caballo, galopó en banderillas, permitió el lucimiento de Ángel Otero en un primer par, y llegó a la muleta con aire suficiente y excepcional clase para gloria de un afortunado Fernando Adrián.
Garcigrande/Castella y Adrián, mano a mano
Cinco toros de Garcigrande y uno, el tercero, de El Pilar, anovillados, inválidos, mansos, nobilísimos y muy descastados.
Sebastián Castella: pinchazo _aviso_ pinchazo y estocada (ovación); pinchazo, estocada trasera y un descabello (silencio); estocada (silencio).
Fernando Adrián: estocada (oreja); estocada (silencio); pinchazo y estocada (oreja). Salió a hombros por la Puerta Grande.
Plaza de Las Ventas. 9 de junio. Corrida de Beneficencia. Asistió la Infanta Elena desde el palco real. Lleno (21.834 espectadores, según la empresa).