Jaque a José María Almoguera: “¿La fama te empezó a gustar con el primer cheque?”

Jaque a José María Almoguera: “¿La fama te empezó a gustar con el primer cheque?”

José María Almoguera siempre ha defendido su anonimato y su
derecho a proteger su intimidad de la mirada mediática. Sin embargo, cuando le
pidió matrimonio a Paola Olmedo le sedujo la idea de vender su primera
exclusiva y posar en la portada de una revista del corazón. Esas que siempre
había criticado y de las que renegó incluso después de su primera incursión.
También después de la segunda, cuando anunció que estaban esperando su primer hijo
en común, cuando se dinamitó la paz con su madre, Carmen Borrego, por vender la
exclusiva supuestamente a sus espaldas y no darles nada de lo ganado. Pero
después de la tercera entrevista en el kiosco rosa le cogió gustillo a eso de
sentarse a hablar tranquilamente una tarde con un periodista e ingresar un buen
pellizco en su cuenta corriente. No lo niega, pero defiende su derecho a
cambiar de opinión, ahora que ofrece su primera entrevista en un plató de
televisión. Un espacio donde ha tenido un tenso cara a cara con su tía, Terelu Campos, pero donde también le han llovido los palos en formato pregunta. Dardos
y críticas propinadas por los colaboradores del programa en el que ha confiado
su debut.

 

“Cuando me expongo en mi boda, en ese momento dejo de ser
anónimo. Y noto que la gente me mira, cuchichea. Mi vida nunca va a volver a
ser normal. Fue traumático”, se queja. Aun así, repitió experiencia dos veces
más, la última hace siete meses, cuando le declarase la guerra a su madre,
estando Carmen Borrego en ‘Supervivientes’. Se apenó de saber que su vástago se
iba a separar de Paola Olmedo, sin saber que en la misma exclusiva se añadían
feos reproches. Desde entonces le está resultando rentable su enfrentamiento,
esquivando las súplicas de su madre para que deje de arrastrarla a golpe de
talonario, además de pedir a su familia que la dejen sola ante él para salvarle
de las críticas. Difícil, le llegan por todos lados.

Defiende su derecho a cambiar de opinión respecto a ser
famoso y vivir vendiendo su vida privada. Aunque antes lo criticaba y veía mal
que su propia familia se expusiese así al público, ahora lo considera una buena
forma de ganarse la vida. Algo con lo que no está muy de acuerdo Ángela
Portero, que le ha puesto los puntos sobre las íes no solo a él, sino también
haciendo alusión a todo el clan Campos, ante la idea de que caen en la
tentación de las exclusivas para después mostrar reticencias a exponer su vida:
“Tengo la sensación de que todos tenéis una especie de síndrome. No reconocéis
que toda la familia está dispuesta a vender vuestra vida privada. Os envolvéis
en una especie de dignidad, pero luego no tenéis ningún escrúpulo a la hora de
venderla”, aborda sin reparo alguno la periodista a modo de zasca, mientras su
invitado continúa con una sonrisa. Pero como su labor es preguntar, al menos sí
al inicio del programa, lanzó su cuestión: “¿Te empezó a gustar al ver el
primer cheque?”.

 

José María Almoguera, no se ha sentido ofendido o, al menos,
lo ha disimulado muy bien. Ahora ha cambiado de idea y ahora defiende que “no
es indigno estar sentado aquí. En ningún momento he dicho que sea algo de lo
que me avergonzara. Yo no quería participar de ello durante un tiempo”. Ahora ese
tiempo ha cambiado, está en otra etapa de su vida en la que sí se siente cómodo
delante de las cámaras, siguiendo los pasos profesionales de la familia Campos.
Algo que entiende como algo natural, hasta el punto de compararlo con las
judías: “A lo mejor, de pequeño no te gustan las judías. Gracias a eso he
comido”. Pese a su chanza, José Antonio León siguió igualmente a machete: “Culpáis
a tu madre de todo lo que ocurrió, cuando, en verdad, la única culpable es
Paola”.

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