En 2009, cuando tenía 33 años, José Elías Navarro (Badalona, 1976) era un hombre arruinado. Tenía 3.000 euros en el banco y una colección de sueños frustrados. Hoy controla empresas en sectores diversos como la energía -Audax Renovables-, la alimentación -La Sirena- o las infraestructuras -Ezentis- y se deja querer como salvador de colegas en apuros, caso de los inversores mexicanos Amodio en OHLA. Por tener, José Elías Navarro -hijo de obreros del barrio Sant Crist de Can Cabanyes de Badalona- tiene hasta su propia teoría sobre el dinero. La adelantó en una entrevista en El País: ” La diferencia entre tener mucho dinero y poco es el importe de tus juguetes”, explicó a la entrevistadora. Elías Navarro tiene mucho porque sus juguetes suelen ser caros: Ferraris de vez en cuando y helicóptero propio para pilotar y experimentar en el mismo día lo propio de los negocios, arriba y abajo. La última lista Forbes le atribuyó una fortuna de 500 millones y el puesto 74 en la lista de adinerados de España, entre Isabel García, propietaria de Grupo Piñero, y el ganadero Santiago Domecq Bohórquez.
