José Manuel Parada se repone de su urgente operación: “He sentido terror, la situación era muy delicada”

José Manuel Parada se repone de su urgente operación: “He sentido terror, la situación era muy delicada”

Afortunadamente, todo ha quedado en un gran susto, José Manuel Parada se recupera favorablemente de la urgente operación para extirparle la vesícula. Animado y con muchas ganas de volver a la vida pública, se convierte en el nuevo fichaje del programa vespertino de Sonsoles Ónega en Antena 3, “Y ahora Sonsoles”.

– ¿Cómo se encuentra?

– Mucho mejor. Ahora toca recomponerse un poco. Le recuerdo que tenía problemas con la vesícula y empecé a sentir fuertes dolores, acudí al hospital porque me sentía muy mal, estaba en Ponferrada visitando a mi familia, antes de ir a Galicia para intervenir en un programa de televisión. Los médicos vieron la cosa tan complicada que me dijeron que tenían que operarme inmediatamente. Existía una inflamación en la vesícula que si llegaba al páncreas se convertiría en una pancreatitis muy preocupante.

– ¿Hasta el punto de un peligro de muerte?

– Hombre, la situación era muy delicada… y había que actuar inmediatamente. No esperaron ni media hora para la intervención, porque la infección iba aumentando y era peligrosísimo.

– ¿Le quedan secuelas?

– Afortunadamente no. Ayer me estuvieron haciendo pruebas y parece ser que todo va muy bien. Pero han pillado el problema por los pelos.

– ¿Ha pasado miedo?

– He sentido terror. Pero, bueno, ahora tengo que recuperarme y a seguir con mi vida, que todo continúa. Me doy cuenta de que valoramos poco la salud cuando la tenemos, hay que encontrarse mal para entender lo importante que es cuidarse para estar bien.

– ¿Es un hombre fuerte, se supera ante la adversidad?

– Dicen que tengo mucha fortaleza, pero en realidad soy todo lo contrario, más bien soy débil. Eso sí, me estoy librando de los males que me trae la vida, el año pasado me operaron de unas hernias, ahora de la vesícula… Debo ser de hierro, a pesar de mi apariencia física delgaducha y enclenque.

– Con setenta años de edad que no aparenta.

– Eso es cierto, nadie me echa esa edad. Los médicos se asombraron al mirar mi carnet de identidad. No se creían que fuera tan mayor. Pensaban que los datos estaban equivocados, Yo espero seguir cumpliendo muchos más años, no tengo ninguna prisa en morirme.