La acertada vía judicial contra la corrupción socialista

La acertada vía judicial contra la corrupción socialista

Las informaciones que se publican ponen de manifiesto la existencia de una trama de corrupción que afecta al PSOE. Sánchez ha decidido no dar explicaciones. Es algo insólito en una democracia, porque debería convocar una rueda de prensa donde se sometiera a las preguntas de los periodistas sin ningún tipo de limitación o dirigismo gubernamental. No se trata de que le pregunten los amigos del millonario José Miguel Contreras. Es bueno que recuerde el deber de transparencia que debe mostrar cualquier servidor público. Este escándalo, unido al resto que afectan al sanchismo, está desestabilizando al Gobierno, aunque sus socios y aliados prefieren que Sánchez esté debilitado para obtener mayores contraprestaciones a cambio de sus votos. Es una huida hacia adelante lamentable, porque la presidencia no le otorga impunidad ni a él ni a su partido. Los dirigentes socialistas y sus terminales mediáticas insisten en su inocencia, por ello resulta increíble que se niegue a aplicar la transparencia y rendición de cuentas que exigía a Rajoy antes de la moción de censura. Fue por un escándalo del que no era responsable el entonces presidente del Gobierno.

Es bueno recordar que el PSOE, sin importarle la inconsistencia de sus actuaciones o las injusticias que cometió contra personas inocentes, utilizó sistemáticamente la vía judicial. El nerviosismo se constata con las delirantes declaraciones de la portavoz socialista, Esther Peña, los ministros y los comunicadores del sanchismo. La decisión del PP de presentar una querella contra el PSOE por financiación ilegal ante la Audiencia Nacional no solo es acertada sino imprescindible. A estas alturas sabemos que el Ministerio Fiscal no hará nada y la presenta el partido más importante de España. No es una pequeña asociación o una persona individualmente. La corrupción debilita la democracia y el PP tiene la responsabilidad constitucional de defender el Estado de Derecho. No es un mero espectador, sino una institución legitimada para actuar en defensa de los intereses de los ciudadanos. Los constituyentes quisieron otorgar una importante relevancia a los partidos al incluirlos en el Título Preliminar porque «expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la partición política». La utilización de la vía judicial contra la corrupción sistémica es imprescindible.

Francisco Marhuenda es catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).

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