La advertencia de los urólogos sobre un hábito frecuente al comer langostinos

La advertencia de los urólogos sobre un hábito frecuente al comer langostinos

Mariscos como las gambas, los langostinos, mejillones, etc., hacen parte indispensable en la dieta española. Incluso en el punto más recóndito de la península, los españoles tienen platos en los que se saborean estas delicias del mar. Sin embargo, hay ciertos riesgos arraigados al consumo de mariscos ya que muchos de ellos cuentan con cantidades considerables de metales pesados como el cadmio o el mercurio o purinas.

Los langostinos son uno de esos mariscos que se deben comer fuera de los excesos, porque en zonas específicas del animal como la cabeza que además, solemos aprovechar, existen purinas que se transforman en ácido úrico, un compuesto que puede arruinar los riñones, según confirman urólogos y especialistas en nutrición.

¿Qué es el ácido úrico?

El ácido úrico es un compuesto químico que se produce en el cuerpo como resultado del metabolismo de las purinas, sustancias que se encuentran en ciertos alimentos y también se producen de manera natural en el cuerpo. El ácido úrico está normalmente disuelto en la sangre y filtrado por los riñones, eliminándose del cuerpo a través de la orina.

Sin embargo, cuando hay grandes cantidades de este ácido en el organismo, el cuerpo humano no es capaz de procesarlo y termina generando cristales de urato, que se almacenan en las articulaciones y tejidos, causando inflamación y dolor, una condición conocida como gota, un tipo de artritis. También cabe mencionar que los altos niveles de ácido úrico pueden contribuir a la formación de cálculos renales.

Cadmio en la cabeza de los langostinos

Otra de las razones por las que comer mariscos, en especial langostinos, en exceso puede ser peligroso para la salud es por el cadmio que se concentra en su cabeza. El cadmio es un metal altamente tóxico y carcinogénico. La exposición prolongada o en altos niveles puede causar graves problemas de salud pero sobre todo en los riñones y los huesos, llevando a enfermedades como insuficiencia renal y osteomalacia.

El cadmio se encuentra en la cabeza del langostino ya que los órganos internos de esta, como el hepatopáncreas, tienden a acumular metales pesados. De hecho, la Comisión Europea ha establecido límites máximos de cadmio en varios tipos de alimentos, incluido el marisco, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda límites de ingesta diaria tolerable para el cadmio, generalmente alrededor de 0.025 mg por kilogramo de peso corporal.