La autodestrucción de Alpine: del subidón de Alonso a tocar fondo

La autodestrucción de Alpine: del subidón de Alonso a tocar fondo

Cuando en 2021 Renault decidió rebautizar su división de Fórmula 1 con Alpine, la línea deportiva del fabricante del rombo no pudo encontrar mejor gancho que Fernando Alonso, quien, tras dos años alejado del Gran Circo, regresó al certamen con la escudería que le proporcionó el monoplaza con el que consiguió los dos títulos mundiales que figuran en su palmarés, en 2005 y 2006. Sin embargo, el relato perfecto terminó como una mala película de sobremesa de domingo, y el asturiano huyó a Aston Martin, después de darse cuenta de lo mal que pintaban las perspectivas. La intuición del español no le engañaba si tenemos en cuenta la catastrófica deriva en la que se metió Alpine, metido en una centrifugadora que, a este paso, terminará autodestruyéndolo, con directivos defenestrados cada dos por tres y pilotos obsesionados con encontrar algún otro garaje que les acoja. De hecho, esta misma semana se hizo oficial que Esteban Ocon, que forma una explosiva pareja con Pierre Gasly, no seguirá defendiendo los colores de la formación francesa el curso que viene. Este desenlace surge después del accidente que los dos compañeros tuvieron hace dos semanas, en Mónaco, y del que Ocon asumió la responsabilidad. De hecho, este viernes, en Montreal, el chico de Normandía fue reemplazado en el primer ensayo libre por Jack Doohan, el hijo de Mick, cinco veces campeón del mundo de 500cc.

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