La confesión de Davide Ancelotti: “Si mi padre sale a defenderme, le retiro la palabra”

La confesión de Davide Ancelotti: “Si mi padre sale a defenderme, le retiro la palabra”

Davide Ancelotti tiene edad de futbolista veterano (34 años), pero lleva más de diez acompañando a su padre en el banquillo. Muy pronto, los dos se dieron cuenta de que no tenía las cualidades para llegar lejos en el fútbol profesional y, además, Davide, siempre tuvo en la cabeza ser entrenador más que jugador. «Como futbolista tenía buena técnica, era zurdo, centrocampista, lento, muy lento. Entendió rápidamente que no podía llegar a un nivel alto y empezó a estudiar para ser preparador físico y luego para sacar el carné de entrenador. Llegó a debutar con el primer equipo el día del estreno de Pato, en un amistoso en Kiev, pero el nivel de la cantera del Milan era muy alto para él», le confesaba el propio Carlo a Enrique Ortego en una entrevista para el libro de la «Decimocuarta». El entonces técnico del Milan quería sacar a su hijo de Reggiolo, el pueblo del que proceden, se lo llevó a Milanello y el niño jugó en las divisiones inferiores, pero no había futuro ahí. «No fue nada traumático dejar de jugar. A los 19 años mi ilusión ya era ser entrenador. No quería hacer el sacrificio de entrenar cinco veces por semana y llegar a los 36 años y no tener nada al retirarme. Me fijaba en las conferencias de prensa de mi padre. Ya veía el juego como entrenador cuando era futbolista y si quería jugar me daba el gusto con los amigos», explicaba Davide Ancelotti al final del curso 2022.

Todo ha sido natural en el proceso de Davide como entrenador, siempre guiado por su padre, pero demostrando que está donde está por sus cualidades. «Él tiene que ser juzgado por lo que es, su apellido no tiene que ser una ventaja, pero tampoco una desventaja», reclamaba Ancelotti senior, que tiene prohibido por Davide salir en su defensa en público. «Nunca he querido que mi padre apareciera para defenderme de una injusticia, si lo hace le retiro la palabra, está avisado».

El momento en el que los dos se separen y Davide vuele en solitario en un banquillo está cada vez más cerca, de hecho su nombre ha sonado para equipos importantes en Europa, lo que pasa es que las cosas están saliendo ahora tan bien en el Real Madrid, que seguramente dejará pasar un poco más de tiempo antes de comenzar su carrera como primer técnico.

Davide ya se está reivindicando con su trabajo en la sombra. Es el encargado de preparar las jugadas a balón parado y también encabeza el trabajo técnico y táctico. Además, se sienta al lado de su padre en el banquillo durante los partidos y es su «Pepito Grillo»: «Nuestra obligación es no decirle a todo ‘sí, señor’. A Carlo le metemos bastante caña», admitía Davide en la entrevista en el libro de la «Decimocuarta. «Quiero que hablen todos los miembros del cuerpo técnico, y a todos les doy la responsabilidad. Nunca entro en la preparación física ni en la de los porteros. Davide tiene la libertad en el balón parado y en aspectos tácticos y técnicos», confirma Carlo sobre su hijo, que empezó trabajando en el PSG en la cantera y era además ayudante del preparador físico de su padre durante muchísimos años, Giovanni Mauri. Ese puesto lo ocupó también en la primera etapa de ambos en el Real Madrid y ya cuando dieron el salto al Bayern Múnich sí que fue ayudante técnico del entrenador. De allí al Nápoles y al Everton y de vuelta al Madrid para iniciar este proceso de ensueño con el que van a jugar la final de la Champions mañana en Londres.

Un regreso mágico al Madrid del que le avisó su madre, Luisa, antes de fallecer, con una premonición que se acabó cumpliendo. El 4 de mayo de 2022 el Real Madrid remontó ante el City camino de la decimocuarta. El abrazo entre Davide y su padre fue especial, muy fuerte y largo, el motivo era que ese día era el cumpleaños de su madre, que les dijo a ambos que volverían a entrenar juntos al Real Madrid.

Davide tuvo protagonismo en la tanda de penaltis ante el City este curso, eligiendo los nombres de los cinco que iban a tirar, y frente al Bayern se vieron unas imágenes en las que convencía a su padre de que debía entrar ya en el campo Joselu. Como futbolista no tenía la velocidad suficiente para ser un centrocampista de élite, pero en el banquillo sí se mueve muy bien.

El examen que tuvo que pasar ante Casillas

Entiende Davide que en los comienzos, los futbolistas recelasen de tener al hijo del entrenador en el vestuario. Recuerda en el libro de la «Decimocuarta» que en sus primeras semanas como ayudante del preparador físico tuvo que pasar un examen improvisado ante Casillas. El portero, después de un entrenamiento, le dijo si podía decirle los ejercicios que debía hacer para continuar trabajando en solitario. Cree Davide que el mito del madridismo quiso probarlo con una pregunta que no se había preparado, pero la pasó con nota y el resto es historia.