Las comunidades autónomas necesitarían dar un vuelco de 180 grados a sus finanzas para poder cumplir con el objetivo de deuda que les exige la legislación. A día de hoy, su pasivo ronda el 22% del PIB; si se fijaran lograr la meta del 13% que marca la ley de aquí a cinco años, para 2028, tendrían que apuntarse un superávit del 1,4% anual, según un estudio publicado este lunes por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). Distribuir el ajuste en un plazo más amplio reduciría el esfuerzo hasta el 0,5% anual con el horizonte puesto en 2033 y a una décima si se pretendiera alcanzarlo en 2043. En todo caso, el camino se antoja complicado vista la tendencia actual: en lugar de generar ahorros, entre 2000 y 2019 las comunidades concentraron un saldo negativo en nueve décimas, aunque el punto de partida varía enormemente en función de la autonomía, y el pasivo seguirá creciendo en la próxima década, hasta superar el 24% del PIB, si no se adoptan medidas.