La dura realidad del Estudiantes, un club romántico

La dura realidad del Estudiantes, un club romántico

Que el dinero no garantiza la felicidad, y tampoco el éxito deportivo, puede decirlo bien alto el Movistar Estudiantes, que este domingo volvió a chocar con el muro del ascenso a la ACB después de perder la final de la LEB Oro en su casa contra el Força Lleida (70-85), y por lo tanto seguirá en la segunda categoría del baloncesto español por cuarto curso seguido. Fue una tarde de drama local en el Madrid Arena para un club histórico, uno de los seis fundadores de la Liga nacional en 1957, una entidad reconocible por el sello de formación y cantera que siempre le ha distinguido. En su primer intento de regreso, en 2022, el Estu cedió en el partido decisivo contra el Bàsquet Girona de Marc Gasol después de haber sido el primero de la clase en la temporada regular. Al curso siguiente llegó una derrota en cuartos contra el San Pablo Burgos. Y esta campaña, tras un cuarto puesto en la liguilla (primeros durante ocho jornadas), un nuevo bajón, más duro si cabe, como anfitrión ante el Lleida.

Seguir leyendo