La exdirectora de Adif niega que le presionasen para elegir a la empresa del “caso Koldo”

La exdirectora de Adif niega que le presionasen para elegir a la empresa del “caso Koldo”

Isabel Pardo de Vera, que fue presidenta de Adif cuando se firmaron los contratos de Transportes con el “caso Koldo”, ha afirmado este viernes en la comisión del Senado que no conocía a la empresa de la trama hasta que le compraron cinco millones de mascarillas.

La antigua alto cargo del ministerio de Ábalos se desmarcó radicalmente de la decisión de elegir a Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas como proveedor del material sanitario y que su implicación se limitó a la firma de la declaración de emergencia del contrato que le correspondía por la responsabilidad que ocupaba.

Pardo de Vera aseguró sobre las posibles presiones de Transportes para elegir a la sociedad de la trama que éstas eran “autoimpuestas” e iban dirigidas a que se cerrara la suministración del material sanitario “con agilidad e inmediatez” por la necesidad derivada de los peores momentos de la pandemia.

Y explicó que la razón por la que se realizaron las compras de mascarillas a través de Adif y Puertos del Estado fue la agilidad administrativa que poseen frente al ministerio al estar familiarizados con esta materia de contratación y disponer tanto de tesorería como de cuentas saneadas.

Se contrató, según argumentó, a Soluciones de Gestión porque estaba en disposición de proveerles de mascarillas frente a otras dos empresas que se barajaron, ya había aportado este material antes y porque al ser un contrato de emergencia “no era exigible solvencia”.

La expresidente de Adif se ha mostrado así segura de que la gestión de la compra, que dirigió un director general de Transportes, se hizo conforme a la legalidad y de buena fe.

Al considerado “conseguidor” del “caso Koldo”, Víctor de Aldama, le vio, desveló, “unas cuantas veces” en las dependencias del ministerio al que entonces estaba al frente Ábalos y Koldo García fue quien se lo presentó. Su contacto no superó, según su versión, alguna breve conversación en los pasillos de la sede ministerial sin saber a qué se dedicaba o de su vinculación con la sociedad de la trama.

Retrató a la antigua mano derecha de Ábalos como una persona de “perfil atípico” en la administración que se mostraba “insistente” con ella para cerrar cuanto antes el contrato público de las mascarillas. Lo justificaba Koldo, relató, en que tenían preparado el transporte aéreo de los productos y faltaba que ella firmase la declaración de emergencia para que los aviones pudiesen traer a Madrid las mascarillas.