La Generalitat de Cataluña, ERC y la extrema izquierda ignoran y abandonan a las víctimas del terrorisimo islamista

La Generalitat de Cataluña, ERC y la extrema izquierda ignoran y abandonan a las víctimas del terrorisimo islamista

El Ayuntamiento de Ripoll (Girona) ha conmemorado este domingo el séptimo aniversario de los atentados terroristas del 17 de agosto de 2017 de La Rambla de Barcelona y Cambrils (Tarragona), y ha inaugurado en la ciudad un monolito en memoria de las víctimas.

El homenaje se ha hecho en la plaza del Ayuntamiento de Ripoll, encabezado por representantes del gobierno municipal, y acompañado por la música de una violonchelista y decenas de vecinos que se han sumado al recuerdo de los atentados.

El nuevo monolito se instala en la misma ciudad de donde provenían la mayoría de los integrantes de la célula que cometió los atentados de 2017, que dejaron un total de 16 muertos y más de un centenar de heridos.

El monolito, cubierto con una bandera catalana antes del acto, lo han destapado la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, y una de las víctimas de los atentados del 17A, Elisabet Caritg.

“En honor y memoria de las víctimas de los atentados terroristas de agosto de 2017”, reza el monolito, que muestra los nombres y apellidos de las 16 víctimas mortales.

Tras destapar el monolito, se ha hecho una ofrenda de flores que han iniciado víctimas de los atentados, y que han continuado representantes del Ayuntamiento de Barcelona y otras instituciones, entidades y fuerzas de seguridad.

Orriols ha agradecido por parte del consistorio la presencia de víctimas de los atentados “en un momento tan duro y en estas fechas tan señaladas”, así como la asistencia de autoridades municipales y representantes de cuerpos policiales al homenaje.

No acudió ningún representante de la Generalitat de Cataluña ni de ERC, comunes y CUP, lo que provocó las quejas de las víctimas y de Robert Manrique. En el acto también han intervenido algunas víctimas, como Ivan Morales, quien ha expresado que parece que las instituciones se han olvidado de la existencia de las víctimas y que, en siete años, nadie les ha preguntado ni a él ni a sus familiares cómo están.

Otra víctima, Iolanda Ortiz, ha expresado que “no se le puede pedir a una persona que tiene una vivencia similar que pase de página porque está viva”, y ha remarcado que cada uno tiene su propio tiempo de lectura y pasa página cuando quiere y puede.

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